RIO DE JANEIRO, 28 abr (Xinhua) -- El Tribunal Supremo de Brasil analizará si el polémico presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, sobre el que pesan varias denuncias por corrupción, puede asumir o no la presidencia del país en caso de ausencia de sus titulares, informaron fuentes judiciales.
"Hay que examinar ese caso. Lo plantearé ante el plenario (de la corte suprema)", admitió el juez de la Corte Suprema Teori Zavascki al ser preguntado sobre la posibilidad de que Cunha asuma provisionalmente la presidencia.
El presidente de la Cámara Baja es el segundo en la línea de sucesión de la presidenta Dilma Rousseff, tras el vicepresidente Michel Temer.
Si Rousseff es apartada del cargo por el Senado, algo que se decidirá en los próximos días, Cunha pasaría a ser el primero en la línea de sucesión según la ley brasileña, con lo que asumiría la presidencia cada vez que Temer viajara fuera del país o si es apartado del cargo, debido a que pesan algunas acusaciones similares a las de la mandataria contra él.
Cunha es reo en el Superior Tribunal Federal (STF) por las acusaciones que pesan sobre él. La Constitución brasileña prohíbe que un reo asuma la presidencia aunque sea de forma interina. Es por ello que Zavascki planetará a los miembros de la Corte Suprema el caso.
El fiscal general de Brasil, Rodrigo Janot, ya pidió al STF apartar a Cunha de su cargo al entender que abusa de él para obstaculizar las investigaciones en marcha sobre su vinculación con la red de corrupción en la Petrobras.
Varios delatores en el caso acusaron a Cunha de haber cobrado sobornos por intermediar contratos amañados con la petrolera estatal.
Además, la justicia suiza confirmó que Cunha dispone de cuentas en el país con al menos 5 millones de dólares, algo que el diputado siempre ha negado y por lo que está siendo sometido a un proceso en el Consejo de Etica de la Cámara de los Diputados, al entender que mintió al plenario negando tener cuentas en Suiza.
Cunha, es diputado evangélico por el Partido del Movimiento Democrático Brasileño, el mismo del vicepresidente Michel Temer y como presidente de la Cámara Baja, dio inicio al proceso de destitución de Dilma Rousseff.