Por Omar Mendoza
SANTIAGO, 25 abr (Xinhua) -- El líder de la Cámara de Diputados de Chile, el socialista Osvaldo Andrade, instó hoy a la gobernante coalición Nueva Mayoría a realizar elecciones primarias internas para candidatos a alcaldes y concejales de los comicios de octubre próximo.
El llamado se produjo luego que la presidenta del Partido Socialista, Isabel Allende, llegó tarde a la inscripción de los candidatos de los siete partidos de esa coalición ante el Servicio Electoral, por lo tanto no podrán recibir financiamiento estatal para esos comicios.
Allende lamentó su error y asumió su responsabilidad por la no inscripción de los candidatos oficialistas.
Por primera vez en su historia, Chile aprobó este año una ley mediante la cual el Estado financiará a la actividad política y evitará que las empresas apoyen a los candidatos, como ocurrió en los comicios del 2013, cuando un gran número de candidatos recibió dinero de manera irregular o ilegal de los empresarios, lo cual investiga la justicia.
Según Andrade, las causas que llevaron a no inscripción de la Nueva Mayoría es "la falta de convicción y falta de generosidad, porque todos hablan de las elecciones primarias, pero cuando le tocan a un alcalde de su partido se termina toda la convicción, y eso les pasa a todos los partidos".
"El debate debe ser sobre qué hacemos para que hayan elecciones primarias y en eso debiéramos estar todos concentrados, pero seguimos dando un triste espectáculo en circunstancias en que todos debiéramos tener la mente puesta en cómo hacemos primarias", agregó.
"¿Por qué llegamos tarde ese día? Porque priman otras tensiones, la incapacidad para ponerse de acuerdo por defender una comuna u otra", afirmó.
Por su parte la senadora Carolina Goic, presidenta de Democracia Cristiana, uno de los siete partidos de la Nueva Mayoría, declaró que su partido no está disponible para un arreglo que resuelva los problemas en la coalición, lo cual complica una solución dentro de la Nueva Mayoría.
"No estoy dispuesta a hacer una ley especial para resolver el problema o los errores de la Nueva Mayoría, por la incapacidad de ponernos de acuerdo a tiempo, porque ese es el punto central sobre el cual tenemos que hacernos responsables", sostuvo Goic.
El Servicio Electoral aún no se ha pronunciado ante la petición de la Nueva Mayoría para que permita la inscripción fuera de plazo a sus candidatos a alcaldes y concejales, a lo cual también se opone la coalición opositora Vamos Chile, de derecha.
Esa coalición señaló que no está dispuesta a aprobar de nuevo "una ley corta" para solucionar ese problema como lo hizo en el año 2001, cuando hubo acuerdo entre el gobierno del entonces presidente Ricardo Lagos y el líder derechista Pablo Longueira, permitiendo que los candidatos de la Democracia Cristiana pudieran participar en los comicios de ese año.
Sobre la posibilidad de una "ley corta" para resolver el tema, Andrade dijo que "tengo la impresión que no hay mucho espacio para esa iniciativa y, en consecuencia, ni siquiera debe ser planteada. Ya tuvimos esa experiencia una vez y hasta el día de hoy nos pena".
Por su parte, el presidente del Senado, Ricardo Lagos, calificó de "bochornoso" el error de la no inscripción de los candidatos oficialistas y puso en duda la realización de primarias convencionales, aunque ello es posible si la derecha lo acepta.
"Si no fuimos capaces de ponernos de acuerdo para llegar a la hora a inscribir las candidaturas para las primarias legales, me imagino el esfuerzo que habrá que hacer para tener primarias convencionales", lo cual debe ser financiado por cada partido, indicó.
En tanto, el presidente del oficialista Partido Por la Democracia, Jaime Quintana, definió el hecho como "un bochorno democrático" y opinó que la coalición de gobierno "no estuvo a la altura".
Luego del acto fallido, los líderes de la coalición Nueva Mayoría analizaron la opción de efectuar el próximo 19 de junio las elecciones primarias convencionales sin presupuesto fiscal, organizadas y financiadas por ellos.
Sin embargo, ese proceso puede enfrentar la normativa de que las candidaturas no pueden incurrir en gastos electorales, lo cual genera dificultades para justificar el financiamiento de las campañas.