Por René Quenallata Paredes
LA PAZ, 24 abr (Xinhua) -- El debilitamiento que enfrenta el sector maderero boliviano tienen varias causas, entre ellas el marco normativo y la competencia del mercado internacional, afirmó el gerente general de la Cámara Forestal de Bolivia (CFB), Jorge Avila.
El representante sectorial expresó en contacto con Xinhua que esta difícil situación se enfrenta desde 2011 y se debe entre otros factores al exceso en regulación por parte de la Autoridad de Bosques y Tierra (ABT), que ha "burocratizado" la producción.
"El exceso de la regulación (al sector maderero) de la ABT degenera en niveles elevados de burocracia y corrupción, que impiden un proceso fluido de producción, transformación, transporte y venta de los productos", precisó.
Dijo que además se han reducido las raciones de diésel a este sector industrial en algunas regiones del país sudamericano.
La Cámara Forestal de Bolivia pide además la aprobación de medidas arancelarias para proteger a la industria nacional.
Avila comentó que un segundo elemento es el "ingreso con mayor fuerza" de materia prima a Bolivia ante la falta de medidas de protección para la industria maderera nacional.
"Brasil ha devaluado su moneda y eso ha hecho que sus productos madereros bajen sus precios drásticamente. Eso implica que las importaciones de madera y sus manufacturas, así como de productos similares se conviertan en una alternativa muy rentable", dijo.
Otro elemento se relaciona con las afectaciones del cambio climático, fenómeno que perjudica la zafra maderera al reducir las temporadas de tala.
El representante de la CFB sostuvo que lo que resulta "lapidario" y que afecta "gravemente" al mercado interno, son las importaciones de productos hechos con madera como muebles.
Esta situación, al margen de la fuga de divisas, deteriora la mano de obra nacional.
"Este factor está destruyendo a la industria boliviana desde las micro unidades productivas, hasta las grandes empresas. Asimismo provoca el despido de trabajadores", manifestó Avila.
Las exportaciones de productos madereros han bajado de manera radical y se ha incrementado la importación de muebles a bajo costo.
De acuerdo con datos de la CFB, las importaciones de madera y sus manufacturas han superado por primera vez en la última década a las exportaciones.
Bolivia demanda entre 2,8 y 3 millones de metros cúbicos por año de esta materia prima, pero la producción formal fue de 1,7 millones de metros cúbicos en 2014.
El déficit de producción maderera es entonces de alrededor de 1 millón de metros cúbicos, por lo que constituye el principal factor de la crisis que atraviesa el sector.
El director ejecutivo de la estatal Autoridad de Bosques y Tierras (ABT), Rolf Köhler, anunció la víspera en este sentido un plan de emergencia en apoyo de la industria maderera y productores.
"La industria forestal está en crisis. Se ha evidenciado el cierre de industrias, primero porque hemos perdido competitividad por la entrada de productos de Brasil y Argentina (...) con relación a los que provienen de bosques naturales nativos", manifestó.
Köhler reconoció que la industria forestal boliviana "está en un momento de tremenda crisis", debido al excesivo control normativo desde y a la importación de muebles acabados mucho más baratos que los producidos por la industria nacional.
La ABT ha elaborado de manera conjunta con el Ministerio de Medio Ambiente y Agua, además de actores de la cadena productiva, medidas de urgencia en busca de atenuar esta crisis en el campo forestal.
Estas medidas buscan generar estabilidad y seguridad jurídica a partir del respeto a las características propias de los operadores comunitarios y privados.
Busca eliminar también las barreras de índole administrativo, legal y técnico, además de implementar mecanismos arancelarios como freno a importaciones.
El directivo de la ABT indicó que el plan de emergencia recoge las necesidades de trabajadores de aserraderos, indígenas y empresarios forestales.
Una de las propuestas es aumentar los aranceles a la importación de muebles de madera y tableros de melanina.
"Gran parte de las importaciones forestales maderables que está haciendo Bolivia en este momento son muebles que entran mucho más baratos", declaró Köhler.
Indicó que los ingresos por exportación de productos son menores a la importación y ello genera una balanza comercial negativa equivalente a los 10 millones de dólares en una tendencia hacia arriba cada año.
Para revertir esa corriente, la ABT plantea industrializar el recurso local en una alianza entre sector público y privado, incluidos los indígenas propietarios de los bosques.
El mecanismo contempla además otros eslabones de la cadena productiva como acceso a créditos y búsqueda de mercados externos.