Por René Quenallata Paredes
LA PAZ, 23 abr (Xinhua) -- El día internacional de la Madre Tierra encontró a Bolivia con múltiples desafíos y serios impactos, pero también con acciones iniciadas desde el gobierno mediante un plan ambicioso hacia el 2030 para afrontar el cambio climático.
Estas acciones tienen que ver con los bosques, a través de la reforestación y cero deforestación, cambios paulatino hacia las energías limpias y el almacenamiento de agua.
El director del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA), Lorenzo Soliz, dijo a Xinhua que desde 2009, cuando la ONU instituyó cada 22 de abril la conmemoración del Día Internacional de la Madre Tierra, se han generado importantes compromisos orientados a cuidar y proteger el planeta.
Soliz consideró sin embargo que en Bolivia todavía falta mucho por hacer para cumplir con los propósitos planteados hace siete años y que los anuncios del gobierno sobre los tres ejes respecto a los bosques, energía renovable y agua, avanzan de forma lenta.
"Las perspectivas sobre el medio ambiente y el calentamiento global no son tan alentadoras porque estamos viviendo las consecuencias del fenómeno de 'El Niño' con sequías, granizadas y heladas que han provocado situaciones dramáticas en todo el país, esto será más intenso hacia adelante, lo que amerita plantes concretos", aseveró.
La efeméride se conmemora a instancias de Bolivia con ese nombre desde 2009, cuando el presidente Evo Morales propuso a la Asamblea General de las Naciones Unidas agregar la denominación de "Madre" al Día de la Tierra para que de esta manera las personas se identifiquen con el planeta y la importancia de su cuidado.
Cuando instituyó este día, la ONU hizo un llamado a todos los habitantes para reconocer la responsabilidad que corresponde a la hora de promover la armonía con la naturaleza y el desarrollo.
El ministro boliviano de Planificación, René Orellana, dijo a Xinhua que el gobierno del presidente Evo Morales ejecuta proyectos con la visión del cuidado del planeta.
"El principio es que sin la Tierra no hay vida, por eso debemos trabajar todas las iniciativas para evitar la destrucción del planeta, pero debe ser una responsabilidad compartida y mundial", agregó.
Soliz dijo que a pesar de las cumbres, leyes y foros internacionales organizados en favor del planeta, los problemas de erosión y degradación de los suelos, destrucción de la fauna y la flora (dentro y fuera de los océanos), contaminación de los ríos y acuíferos, la pérdida de la cobertura vegetal, lejos de disminuir, se han incrementado con los años.
"Esto se debe en gran medida a que el progreso tal y como lo entendemos hoy en día se sostiene gracias a la explotación desmedida del medio ambiente", subrayó.
El funcionario reiteró que el desarrollo y la supervivencia de la humanidad dependen del aprovechamiento de los recursos naturales, no obstante señaló que el problema surge cuando las personas y las sociedades comienzan a ser gobernadas "por el amor al dinero, bajo una lógica de mercado capitalista voraz".
PLAN BOLIVIANO
El gobierno de Bolivia propuso un plan hacia el 2030 para contribuir internacionalmente a bajar las emisiones de gas y fijó como principales ejes el triplicar el almacenamiento de agua, cambiar la matriz energética en 80 por ciento hacia energía renovable, alcanzar la deforestación cero e incrementar los bosques a más de 54 millones de hectáreas.
Para cumplir estos objetivos, el gobierno se fijó una serie de acciones que fueron presentados en la 21 Conferencia de las Partes (COP21) de las Naciones Unidas en París, Francia, en diciembre del año pasado.
El ministro de Planificación explicó que Bolivia realiza varias acciones que perfilan objetivos en materia de agua potable, riego, reforestación, energía renovable, entre otros emprendimientos para cumplir el compromiso denominado Contribución Prevista Determinada Nacionalmente de Bolivia (INDC por sus siglas en inglés).
De acuerdo al plan de INDC, Bolivia perfila triplicar, es decir llegar a 3.779 millones de metros cúbicos, la capacidad de almacenamiento de agua en 2030, respecto a los 596 millones de metros cúbicos de 2010.
Además alcanzar el 100 por ciento de la cobertura del agua potable en 2025, con sistemas de prestación de servicios de resilientes.
Se perfila triplicar la superficie de riego al superar un millón de hectáreas hasta 2030, respecto a las 296.368 hectáreas de 2010, duplicar la producción de alimentos bajo riego para el año 2020 y triplicarla en 2030, respecto al 1,69 millones de toneladas métricas de 2010.
Bolivia trabaja para incrementar la capacidad de generar electricidad, a través de energías renovables para el desarrollo local y de la región.
De acuerdo con datos proporcionados por el Ministerio de Planificación, se pretende duplicar el uso de energías limpias hasta 2030, respecto a la gestión 2010, cuando alcanzaba al 39 por ciento.
El gobierno boliviano se comprometió también a alcanzar en 2020 la "deforestación cero", además de incrementar la superficie de áreas forestadas y reforestadas a 4,5 millones de hectáreas en 2030.
La propuesta prevé incrementar las áreas de bosques con manejo integral y sustentable a 16,9 millones de hectáreas en 2030, respecto a las 3,1 millones de hectáreas de 2010.