Por Elena Chuquimarca
QUITO, 22 abr (Xinhua) -- Especialistas coinciden en que los cientos de muertos que dejó el terremoto ocurrido en Ecuador el pasado 16 de abril, se debe en parte a la vulnerabilidad de las construcciones y a la falta de cultura de prevención de los ciudadanos.
El terremoto de 7,8 grados Richter, el peor de las últimas siete décadas, ocurrió entre los balnearios costeros de Cojimíes y de Pedernales (norte), en la provincia de Manabí y cerca de Esmeraldas.
La última cifra oficial es de 587 muertos, 8.340 heridos, 153 desparecidos y 25.376 personas en albergues.
El debate sobre la mala calidad de las construcciones se volvió viral en el país, en la búsqueda de respuestas al porqué de tantos muertos.
La sismóloga y jefe de turno del Instituto Geofísico de Ecuador, Gabriela Ponce, dijo a Xinhua que la mayoría de los ecuatorianos no ha considerado el factor seguridad al momento de construir una vivienda.
"Estamos en un país altamente sísmico. Espero que ahora tomemos un poco más de conciencia y no permitamos que se construya muy cerca del mar o en sitios que no cumplen las normas de construcción", indicó.
Ponce agregó que hay "construcciones débiles y esa es una de las principales razones, pero igual hay que tomar en cuenta la magnitud del evento (terremoto) que fue en continente, bajo la ciudad de Pedernales".
La vulnerabilidad de las viviendas ya se evidenció en los resultados del Censo Nacional de Población y Vivienda de 2010, según el cual, de las 337.970 viviendas registradas en Manabí (la más devastada por el terremoto), el 67 por ciento tenía paredes en estado regular y malo.
La misma situación se registraba en sus techos y pisos.
Después del terremoto que devastó Haití en 2010, Ecuador empezó a estudiar normas de construcción mucho más fuertes que se aplican desde 2014, según afirmó esta semana el presidente Rafael Correa.
"Antes de eso realmente había construcciones tremendamente precarias y por eso tal vez los daños son mayores", señaló Correa, quien lamentó que pese a que existen buenas normas de construcción hay municipios que no las cumplen.
"Aquí hay edificios que se fueron compactando, achatando, y eso es falla estructural", expuso.
Correa expresó que el terremoto hubiera causado efectos mortales en cualquier parte del mundo, "pero se hubieran ahorrado pérdidas de vidas, si hubiéramos tenido mejor calidad en las construcciones".
El presidente dijo que de esta "dolorosa experiencia, ojalá saquemos lecciones para el futuro", al pedir a la ciudadanía "ser mucho más rigurosa en las normas de construcción".
La Norma Ecuatoriana de la Construcción (NEC) dispone la aplicación obligatoria de construcciones con diseño para resistir sismos, pero en la mayoría del país no se cumple y proliferan las edificaciones informales.
El presidente de la Cámara de la Industria de la Construcción, Silverio Durán, confirmó que en general no se cumplen las normas elementales de construcción que garanticen la estabilidad de una estructura.
"Aquí no hay una cultura en la aplicación de las normas de construcción y no se invierte en contratar a un profesional, que es algo importante y que les da la posibilidad de salvaguardar la vida", afirmó Durán.
El constructor Mario Sosa sostuvo que otro de los problemas es que mientras más exigente es el parámetro de construcción, la edificación es más cara y la gente, en muchos casos, se niega a invertir en adecuados materiales de construcción.
Según el último censo nacional de 2010, en el país sudamericano existen 4,6 millones de viviendas.
Un estudio de la Cámara de la Construcción de Quito mostró que más de 3.000.000 de viviendas a nivel nacional están en peligro de ser afectadas por movimientos sísmicos, por la antigüedad, tipo de materiales y falta de estudio de suelo, entre otros factores.
Los expertos dicen que el terremoto deja lecciones de cómo construcciones poco resistentes pueden colapsar y reducirse a escombros.
De hecho, el presidente Correa anticipó que ha propuesto en el nuevo Código de Ordenamiento Territorial crear una Superintendencia que vigile a los gobiernos central y local, para que las construcciones no estén en sitios de riesgo y cumplan con las normas establecidas.
FALTA DE CULTURA EN PREVENCIÓN DE DESASTRES
Otra de las razones que, según los expertos, contribuyó a que existieran cientos de víctimas por el terremoto, es el desconocimiento de los ecuatorianos de cómo actuar ante un evento de esta naturaleza.
El país andino está entre los países que pertenecen al Cinturón de Fuego del Océano Pacífico, que concentra algunas de las zonas de subducción más importantes del mundo y, por ende, es escenario de una fuerte actividad sísmica.
La sismóloga Ponce dijo que esto conlleva a que Ecuador presente vulnerabilidad, pero los ecuatorianos todavía no muestran una mejor preparación para enfrentar cualquier catástrofe.
"Tendríamos que empezar a hacer más simulacros para que la gente conozca las zonas de evacuación, para que la gente empiece a pensar mecánicamente al momento de ocurrir un evento y pueda actuar de manera rápida", apuntó.
El experto en sismología, José Andrade, manifestó que aunque en el pasado el país ya sufrió terremotos, los ecuatorianos no han adquirido una cultura de prevención.
Andrade agregó que el país tampoco tiene sistemas de alerta sísmica temprana ni de evacuación.
El asesor técnico del Cuerpo de Bomberos de Quito, Jorge Sánchez, añadió a la falta de cultura de prevención, el hecho de que la gente reacciona nerviosa a un evento y no tiene un plan de contingencia familiar para responder a la emergencia.
La reactivación de algunos volcanes en el país andino meses atrás puso en alerta a la población que retomó los simulacros de evacuación, incluso en escuelas y colegios, pero luego fueron disminuyendo hasta que el terremoto volvió a sorprender al país, de 16 millones de habitantes. Fin