Por Fuad Rajeh
SANA, 21 abr (Xinhua) -- Las facciones yemeníes iniciaron hoy una nueva ronda de conversaciones de paz patrocinadas por la ONU en Kuwait, lo que genera esperanza después de un año de conflicto armado que ha conducido a consecuencias catastróficas.
El enviado de la ONU Ismail Ould Cheikh Ahmed dijo en la inauguración que las conversaciones están basadas en la resolución 2216 del Consejo de Seguridad de la ONU y en los resultados de las conversaciones previas en Ginebra.
La resolución pide al grupo houthi ceder el poder al gobierno reconocido a nivel internacional, desarmarse y retirarse de las ciudades para establecer una paz permanente y reanudar el proceso político.
Los observadores argumentaron que ahora más que nunca hay más oportunidades de paz luego de que todas las partes incumplieron los objetivos por la escalada militar.
Fuad Alsalahi, un profesor de Sociología Política de la Universidad de Saná, dijo que las conversaciones de Kuwait son muy cruciales tanto para Yemen como para Arabia Saudí en medio de los evidentes fracasos políticos y militares.
"Para Yemen, el país está al borde de un fracaso total. Para Arabia Saudí, ya no hay más opciones para ganar a través de la acción militar", dijo Alsalahi.
"Arabia Saudí no ha podido contener la situación en Yemen. En otras palabras, Arabia Saudí está desempeñando un papel muy grande. Por consiguiente, está obligado por razones regionales y políticas a apoyar el diálogo entre los yemeníes", indicó.
"Basado en eso, considero que las conversaciones sobre Kuwait serán productivas y sentarán bases para una solución a la crisis y guerra yemení", dijo Abubakar Abdullah, director de la Fundación Future Media.
"Además, en esta ocasión la agenda de conversaciones, según las revelaciones de los grupos nacionales Ansarullah y el Congreso Popular General, indican que los obstáculos que Riad solía poner al proceso de paz ya no existe. Y esto es un signo de que los yemeníes seguirán adelante con una solución pacífica", añadió Abdullah.
Por otra parte, algunos observadores indicaron que los enfrentamientos persistentes son signo de que algunas facciones todavía carecen de buena voluntad para la paz.
Los enfrentamientos terrestres entre las fuerzas houthi y gubernamentales han continuado a pesar de que ha transcurrido una semana desde que inició el cese al fuego. Los ataques aéreos encabezados por Arabia Saudí fueron pausados como garantía para las conversaciones.
Estos observadores también argumentaron que la coalición encabezada por Arabia Saudí y sus simpatizantes occidentales enfrentan una creciente presión por la guerra en Yemen y que, en respuesta, no tienen más opción que apoyar las opciones pacíficas.
Las conversaciones son una buena forma de salvar la cara en comparación con los fracasos militares y otras consecuencias adjuntas, dijeron los observadores.
El profesor Alsalahi también dijo que la ONU debe ejercer más presión sobre las facciones yemeníes para alcanzar un acuerdo político.
No sólo Yemen enfrentará una guerra civil peor si las conversaciones ahora en curso fallan, sino que el país enfrentará más actos terroristas y una posible separación del sur.
Al Qaeda y el Estado Islámico han estado aprovechando el conflicto y el caos generalizado para ampliar sus ataques en el sur y este del país. Los militantes del EI han reivindicado muchos ataques letales, mientras que el gobierno está impotente y no puede poner bajo control la situación en las regiones arrebatadas a los houthis.
Los observadores también advirtieron que los llamados separatistas en el sur se suman a los enormes desafíos que enfrenta Yemen.