Por Noemí Galbán
LA HABANA, 20 abr (Xinhua) -- El recién finalizado VII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) constituyó una muestra de la determinación de la dirigencia política de la isla de acometer las transformaciones que exigen los nuevos tiempos y actualizar su modelo económico y social.
Todo ello sin menoscabo de la soberanía nacional ni la amenaza de que las reformas propuestas conduzcan a reproducir un "modo velado" de capitalismo en el país.
De ahí que los acuerdos adoptados y su paulatina pero impostergable implementación sean la única garantía de la continuidad del socialismo en la isla.
Esta tesis fue compartida con Xinhua por el investigador cubano y director de la prestigiosa revista Temas, Rafael Hernández, para quien lo ocurrido en los últimos cuatro días de sesiones de la cita partidista, del 16 al 19 de abril, forma parte del proceso de cambios iniciado hace cinco años en el VI encuentro de dicha organización política.
No obstante, advirtió que resulta más fácil plantear la construcción de un socialismo sostenible, productivo y eficiente, capaz de brindar respuestas a las necesidades de la ciudadanía y elevar la calidad de vida del pueblo, que hacer realidad en la práctica esta prédica.
En décadas pasadas, la Revolución Cubana logró concretar esa utopía y por eso el mayoritario respaldo popular con el que cuenta hoy día la dirección política de la nación caribeña y la confianza en la voluntad de cambio, pese a los embates sufridos en los años 90 con la desintegración de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
"Recuperar el nivel de vida alcanzado en los 80 y continuar con los valores iniciales de la Revolución es solamente posible con una agenda socialista. Creo que depende de todos materializar estos planes. El gobierno cubano precisa ahora la cooperación y el compromiso ciudadanos del progreso compartido", manifestó Hernández.
También subrayó la importancia de discutir en la plenaria del cónclave y luego trasladar el debate a las calles, de un documento que conceptualice el socialismo al que aspiran los cubanos, que esté apegado a la realidad de la nación, a su historia y de respuesta a los problemas que más apremian a la ciudadanía.
Dentro de ellos, solucionar finalmente el tema de la dualidad monetaria y cambiaria que introduce distorsiones a la economía nacional, eliminar la excesiva dependencia de las importaciones y elevar la eficiencia en las instituciones estatales. También diversificar las formas de gestión y actividades productivas, así como aumentar el salario de los trabajadores del Estado en correspondencia con el esfuerzo de cada cual.
Aún más se toma en consideración que a dicho sector pertenece el 73 por ciento de los cubanos en edad laboralmente activa, de los cuales más de una cuarta parte tiene calificación profesional y técnica.
"Es también necesario una legislación que acompañe estos cambios, especialmente al proceso de descentralización del Estado que va aparejado con las reformas económicas y políticas implementadas y que además permita la estructuración de forma ordenada del sector privado", puntualizó Hernández.
En este sentido, el primer secretario del PCC, Raúl Castro, anunció este martes que ya está en marcha una propuesta de reforma a la Constitución de la República, en aras de actualizar la Carta Magna y ajustar sus disposiciones al escenario actual.
Más adelante, el director de la revista Temas señaló que un elemento importante emanado de este Congreso es la toma de conciencia por parte de la dirección política cubana de que las transformaciones previstas en la esfera económica y social no se podrán posponer indefinidamente.
"Los cambios hay que hacerlos, sin precipitaciones pero sin dejar de mirar el reloj. De la misma manera que la dirección histórica está cediendo las responsabilidades progresiva y definitivamente a las nuevas generaciones, se requiere que con un cronómetro se cuente el tiempo para cumplir cada una de las tareas acordadas en el Congreso", dijo.
De igual modo, Hernández indicó que se está materializando el relevo generacional necesario en la dirección del país a partir de este encuentro partidista, una transición que a su parecer se hará de forma "articulada y gradual".
El analista enfatizó en el hecho de que todos los nuevos ingresos al Buró Político (máximo órgano del PCC) tienen menos de 60 años. Asimismo, de los 17 miembros de ese ente, cuatro son mujeres y un número importante representan sectores vinculados con la ciencia, la informática y el desarrollo biotecnológico, que a juicio de Hernández constituyen el capital humano capaz de convertirse en una fuente fundamental del progreso nacional.
Aspecto también a acentuar fueron los discursos pronunciados por el presidente cubano, Raúl Castro, calificados por el analista como realistas, objetivos y críticos, alejados de la complacencia y la retórica estéril.
A través de cada una de sus intervenciones, el máximo líder de la nación caribeña se acercó más a su pueblo y sus palabras se convirtieron en el reflejo de los dilemas y reclamos de la Cuba de hoy.
Con relación al restablecimiento de las relaciones bilaterales con Washington, hecho que se trató en los debates del VII Congreso, Hernández recordó que el proceso de actualización del modelo cubano fue promovido por el PCC y por el gobierno de la isla.
"Los cambios no están viniendo desde los Estados Unidos, los estamos propiciando nosotros mismos. Creo que sería iluso pensar que la ideología del capitalismo va a entrar en Cuba con los norteamericanos. Ya está circulando hace muchos años con la llegada de millones de turistas de todo el mundo que vienen con una ideología distinta a la nuestra", enfatizó.
Finalmente, Hernández acotó que el Congreso comunista cumplió su objetivo de trazar y reafirmar políticas, no de entregar resultados, éstos vienen con el tiempo y están acompañados por el empeño, la conciencia, el compromiso y la fortaleza ideológica del pueblo.