ESPECIAL: Mujeres enfrentan tragedia de buscar a familiares desaparecidos en México

Spanish.xinhuanet.com   2016-04-17 12:31:17

MEXICO, 16 abr (Xinhua) -- Patricia, Teresa y María Elena son ejemplo de las consecuencias que trae consigo el fenómeno de las miles de desapariciones de personas que aqueja a México: desde hace años las tres mujeres consumen su vida buscando a su respectivo ser querido.

"Me he encerrado en mi mundo, me he dado a la tarea de buscar a mi hijo y he descuidado a mi familia. No me interesa ya lo que diga mi marido", dijo a Xinhua Patricia Manzanares, una estilista oriunda de la Ciudad de México.

Su hijo, Juan Hernández, era un policía federal que tenía 22 años cuando desapareció, el 20 de febrero de 2011, en la zona metropolitana de Monterrey, en el norteño estado de Nuevo León, urbe que ese año vivía azotada por la violencia del crimen organizado.

El formaba parte de un grupo de 300 policías federales enviado por el cuerpo policial a la metrópoli para reforzar las tareas contra el crimen, pero desapareció junto con un compañero en el hotel donde eran concentrados, relató su madre.

Patricia se mudó a Monterrey por meses para hacer sus propias pesquisas y seguir las investigaciones de la fiscalía estatal, que, aseguró, no pudo esclarecer las condiciones en las que el oficial desapareció.

Las autoridades le han dicho que tal vez criminales decapitaron vivo a su hijo por ser un policía federal o que posiblemente sicarios le asestaron una herida en el cuello y quemaron su cuerpo, pero a cinco años de distancia la madre vive con la incertidumbre de no saber lo que le ocurrió.

"No sé a la fecha qué le pasó. Se lo tragó la tierra con su otro compañero", manifestó Patricia, madre de otro hijo. Patricia comentó que antes pedía apoyo a la gente a través de carteles y redes sociales, pero dejó de hacerlo porque respondían personas que le exigían dinero a cambio de información que resultó falsa.

El último reporte oficial de la Secretaría de Gobernación de México indicó que actualmente existen 28.156 personas desaparecidas o extraviadas en México, de las cuales la mayoría son hombres entre los 15 y 39 años de edad.

Casi el 60 por ciento de los casos han ocurrido en los norteños estados de Tamaulipas, Nuevo León y Chihuahua, además de Sinaloa, en el noroeste, Jalisco, en el oeste, y México, en el centro, según el reporte del ministerio del Interior actualizado al 29 de febrero de este año.

Las autoridades federales y estatales no tienen una precisión en torno a cuántas de las más de 28.000 desapariciones o extravíos fueron causadas por el crimen organizado o la inseguridad.

"Es un misterio porque no sé que pasó, quién se la llevó, cómo desapareció", expresó Teresa Vera, una mujer de 70 años que lleva una década buscando a su hermana.

La mujer dijo a Xinhua que su hermana, Minerva Vera, simplemente desapareció cuando salió de su hogar en la municipalidad de Matías Romero, en la región del Istmo de Tehuantepec del sureño estado de Oaxaca, el 29 de abril de 2006.

Buscándola, Teresa ha recorrido 30 de las 32 entidades del país y se mudó de Oaxaca a la Ciudad de México para estar pegada a las pesquisas que desde 2013 lleva la fiscalía federal.

Teresa lamentó que en una década la fiscalía estatal ni la federal hayan conseguido establecer una línea de investigación precisa sobre la desaparición de Minerva, quien era una ama de casa de 55 años de edad y madre de dos hijos.

"Actualmente nada más se habla de los 43 (normalistas desaparecidos en 2014 en el sureño estado de Guerrero). Ese es un asunto muy doloroso pero somos muchos más casos", dijo Teresa.

La opinión es compartida por María Elena García, una abogada penalista de la Ciudad de México que busca a su primogénito, Eddy Omar Mendoza, desde que el 7 de agosto de 2007 "se lo tragó la tierra" cuando se dirigía a la universidad donde estudiaba Derecho.

"No solamente son 43, son más de 28.000. En mi caso se hacen oficios y más oficios pero no tengo respuesta concreta, no hay un indicio y es muy desconcertante", expuso a Xinhua la madre de dos hijas más.

La abogada ha buscado por 9 años a su hijo en hospitales, albergues y el servicio forense, y regularmente pega carteles con su rostro, que tiene 12 lunares, en calles y estaciones del metro de la ciudad.

Además de contratar detectives privados, la mujer dijo que presiona constantemente a la fiscalía de la ciudad para que rastree su paradero en el resto de México, pero hasta ahora no hay rastro del estudiante, quien tenía 24 años.

"No me interesa el dinero que pueda gastar. El no es un delincuente, no hay una causa ni motivo justificado para que desapareciera", afirmó María Elena.

Como lo hacen junto con otras decenas de familias cada año desde 2012, Patricia, Teresa y María Elena marcharán en la Ciudad de México el 10 de mayo, día de las Madres en México, para presionar a las autoridades a que resuelvan sus casos.

"La vida cambia de manera radical. Mi hija esperó tres años para hacer su fiesta de 15 años para que estuviera Eddy, algo que es tan sencillo para una familia fue doloroso para la nuestra", manifestó María Elena.

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Spanish.xinhuanet.com 2016-04-17 12:31:17

MEXICO, 16 abr (Xinhua) -- Patricia, Teresa y María Elena son ejemplo de las consecuencias que trae consigo el fenómeno de las miles de desapariciones de personas que aqueja a México: desde hace años las tres mujeres consumen su vida buscando a su respectivo ser querido.

"Me he encerrado en mi mundo, me he dado a la tarea de buscar a mi hijo y he descuidado a mi familia. No me interesa ya lo que diga mi marido", dijo a Xinhua Patricia Manzanares, una estilista oriunda de la Ciudad de México.

Su hijo, Juan Hernández, era un policía federal que tenía 22 años cuando desapareció, el 20 de febrero de 2011, en la zona metropolitana de Monterrey, en el norteño estado de Nuevo León, urbe que ese año vivía azotada por la violencia del crimen organizado.

El formaba parte de un grupo de 300 policías federales enviado por el cuerpo policial a la metrópoli para reforzar las tareas contra el crimen, pero desapareció junto con un compañero en el hotel donde eran concentrados, relató su madre.

Patricia se mudó a Monterrey por meses para hacer sus propias pesquisas y seguir las investigaciones de la fiscalía estatal, que, aseguró, no pudo esclarecer las condiciones en las que el oficial desapareció.

Las autoridades le han dicho que tal vez criminales decapitaron vivo a su hijo por ser un policía federal o que posiblemente sicarios le asestaron una herida en el cuello y quemaron su cuerpo, pero a cinco años de distancia la madre vive con la incertidumbre de no saber lo que le ocurrió.

"No sé a la fecha qué le pasó. Se lo tragó la tierra con su otro compañero", manifestó Patricia, madre de otro hijo. Patricia comentó que antes pedía apoyo a la gente a través de carteles y redes sociales, pero dejó de hacerlo porque respondían personas que le exigían dinero a cambio de información que resultó falsa.

El último reporte oficial de la Secretaría de Gobernación de México indicó que actualmente existen 28.156 personas desaparecidas o extraviadas en México, de las cuales la mayoría son hombres entre los 15 y 39 años de edad.

Casi el 60 por ciento de los casos han ocurrido en los norteños estados de Tamaulipas, Nuevo León y Chihuahua, además de Sinaloa, en el noroeste, Jalisco, en el oeste, y México, en el centro, según el reporte del ministerio del Interior actualizado al 29 de febrero de este año.

Las autoridades federales y estatales no tienen una precisión en torno a cuántas de las más de 28.000 desapariciones o extravíos fueron causadas por el crimen organizado o la inseguridad.

"Es un misterio porque no sé que pasó, quién se la llevó, cómo desapareció", expresó Teresa Vera, una mujer de 70 años que lleva una década buscando a su hermana.

La mujer dijo a Xinhua que su hermana, Minerva Vera, simplemente desapareció cuando salió de su hogar en la municipalidad de Matías Romero, en la región del Istmo de Tehuantepec del sureño estado de Oaxaca, el 29 de abril de 2006.

Buscándola, Teresa ha recorrido 30 de las 32 entidades del país y se mudó de Oaxaca a la Ciudad de México para estar pegada a las pesquisas que desde 2013 lleva la fiscalía federal.

Teresa lamentó que en una década la fiscalía estatal ni la federal hayan conseguido establecer una línea de investigación precisa sobre la desaparición de Minerva, quien era una ama de casa de 55 años de edad y madre de dos hijos.

"Actualmente nada más se habla de los 43 (normalistas desaparecidos en 2014 en el sureño estado de Guerrero). Ese es un asunto muy doloroso pero somos muchos más casos", dijo Teresa.

La opinión es compartida por María Elena García, una abogada penalista de la Ciudad de México que busca a su primogénito, Eddy Omar Mendoza, desde que el 7 de agosto de 2007 "se lo tragó la tierra" cuando se dirigía a la universidad donde estudiaba Derecho.

"No solamente son 43, son más de 28.000. En mi caso se hacen oficios y más oficios pero no tengo respuesta concreta, no hay un indicio y es muy desconcertante", expuso a Xinhua la madre de dos hijas más.

La abogada ha buscado por 9 años a su hijo en hospitales, albergues y el servicio forense, y regularmente pega carteles con su rostro, que tiene 12 lunares, en calles y estaciones del metro de la ciudad.

Además de contratar detectives privados, la mujer dijo que presiona constantemente a la fiscalía de la ciudad para que rastree su paradero en el resto de México, pero hasta ahora no hay rastro del estudiante, quien tenía 24 años.

"No me interesa el dinero que pueda gastar. El no es un delincuente, no hay una causa ni motivo justificado para que desapareciera", afirmó María Elena.

Como lo hacen junto con otras decenas de familias cada año desde 2012, Patricia, Teresa y María Elena marcharán en la Ciudad de México el 10 de mayo, día de las Madres en México, para presionar a las autoridades a que resuelvan sus casos.

"La vida cambia de manera radical. Mi hija esperó tres años para hacer su fiesta de 15 años para que estuviera Eddy, algo que es tan sencillo para una familia fue doloroso para la nuestra", manifestó María Elena.

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