RIO DE JANEIRO, 12 abr (Xinhua) -- Las autoridades de Brasilia, la capital de Brasil, montaron un amplio dispositivo de seguridad para prevenir incidentes entre los manifestantes favorables y los contrarios al juicio al que se enfrenta la presidenta Dilma Rousseff, que el Congreso decidirá entre el viernes y el domingo.
El gobierno del Distrito Federal colocó una extensa valla metálica en la famosa Avenida de los Ministerios, que termina frente al Congreso, para prevenir incidentes durante los próximos días.
La seguridad también fue reforzada con miembros de la Fuerza Nacional de Seguridad, en las zonas próximas al Palacio Presidencial de Planalto y las sedes del Ejecutivo.
Se espera que unas 300.000 personas, 150.000 de cada bando, puedan coincidir en la Avenida de los Ministerios este viernes, cuando el plenario de la Cámara de Diputados comenzará a votar si le abre o no a la jefa de Estado un juicio político con fines destituyentes, en una sesión que debe alargarse hasta el domingo.
Para evitar enfrentamientos entre los manifestantes que defienden la salida de Rousseff y los contrarios a su destitución, las autoridades de Brasilia y la propia dirección de la Cámara de Diputados ya adoptaron medidas preventivas.
La dirección de la Cámara de Diputados de Brasil prohibió desde este lunes el acceso a su sede, mientras que el gobierno regional de Brasilia anunció la medida que prohíbe a los manifestantes montar campamentos en la Avenida de los Ministerios.
Durante las dos próximas semanas y por "razones de seguridad y de protección a las personas y el patrimonio físico, histórico y cultural de la institución", tan sólo podrán ingresar a la Cámara Baja los diputados, sus colaboradores, los periodistas con credencial y los empleados de empresas que presten servicios.
Además de anunciar reglas para las manifestaciones, que incluyen la prohibición al uso de fuegos de artificio o cualquier objeto que pueda ser considerado peligroso, el Gobierno regional determinó los locales en que podrán concentrarse los diferentes grupos.
Los favorables al juicio político contra Rousseff tendrán que hacerlo en un lugar próximo a la Catedral Metropolitana y los defensores de Rousseff en los alrededores del Teatro Nacional.
Rousseff se enfrenta a un juicio político que podría acabar con su destitución, después de que una comisión especial de la Cámara de Diputadas aprobara ayer someter el caso al Parlamento.
La Cámara Baja iniciará el viernes una sesión en la que la oposición debe buscar al menos 342 de los 513 votos para que el caso pase al Senado, donde con una mayoría simple favorable, Rousseff sería apartada del cargo durante seis meses, tiempo que Michel Temer, vicepresidente, asumiría la presidencia y en el que el Senado discutiría la destitución de la mandataria, cuyo mandato termina el 1 de enero de 2019. Fin
