Por Zhang Tuo
MEXICO, 5 abr (Xinhua) -- La reforma estructural económica por el lado de la oferta, que promueve el XIII Plan Quinquenal de China, ha llamado la atención de los expertos de América Latina.
Los expertos coinciden en que esta reforma económica generará efectos positivos en la región, e impulsará la cooperación bilateral hacia un desarrollo más sostenible y saludable.
La reforma por el lado de la oferta, que busca ofrecer los productos y servicios requeridos por la sociedad, destaca la importancia de los factores económicos de la tecnología e innovación, el terreno y el capital humano.
De acuerdo con Yang Zhimin, investigador del Instituto de América Latina de la Academia China de Ciencias Sociales, la reforma cambiará la estructura del comercio y la inversión de China.
"Reducir la manufactura de gama baja liberará los recursos que se destinarían a las materias primas para los campos con mayor valor agregado, lo que mejorará la calidad de la cooperación entre China y América Latina", dijo el experto chino en entrevista con Xinhua.
El comercio entre China y América Latina experimentó una expansión sin precedentes, pero la actual desaceleración muestra las debilidades estructurales de un crecimiento basado en las materias primas, indicó el informe "Perspectivas económicas de América Latina 2016", elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Corporación Andina de Fomento (CAF).
En opinión de la doctora del Colegio de México, Marisela Connelly, para América Latina, que había basado su crecimiento en ventas de materias primas a China, "la reforma estructural de China supone un desafío, pero contribuirá al cambio de modelo de crecimiento".
Para hacer frente a las dificultades, el informe recomienda a la región que busque una solución a los cuellos de botella por el lado de la oferta, y desplazar más recursos de los sectores y actividades de productividad baja a los de productividad más alta, lo que coincide con la reforma actual de China.
En este sentido, "América Latina tendría que establecer un diálogo con China para buscar las áreas de complementariedad y tener un esquema en el que China pudiera aportar su experiencia en el desarrollo de políticas económicas exitosas", dijo Marisela Connelly a Xinhua.
Según la doctora, América Latina debe "hacer proyectos conjuntos en los que se aproveche las ventajas que ofrece cada uno, y proponerse avanzar más allá de la exportación de materias primas y vincular su proceso productivo al de China de una manera efectiva".
En entrevista con Xinhua, Enrique Dussel, el coordinador del Centro de Estudios China-México de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), opinó que China buscará escalar su producción y exportaciones con una mayor sofisticación en términos tecnológicos y del valor agregado. Eso facilita la transformación y modernización de la cooperación entre las dos partes.
Los expertos consideran que la reforma estructural de China abrirá algunas nuevas puertas a los países latinoamericanos en los segmentos con mayor valor agregado, tales como agricultura, energía e infraestructura.
Por ejemplo, en el sector agrícola, China está experimentando cambios en sus hábitos de consumo alimentario debido al proceso de urbanización y a la consolidación de su clase media.
El creciente consumo chino de productos como la carne procesada, el pescado y las frutas se traduce en nuevas oportunidades para exportaciones con mayor valor agregado desde América Latina.
En el marco de la reforma por el lado de la oferta, enfocada en mejorar el capital humano, las medidas adoptadas por el gobierno chino como el fin de la política de hijo único, reducir la pobreza y estabilizar el empleo estimularán aún más esta demanda.
En cuanto a la energía, la reforma estructural impulsará la revolución de energía verde en China, lo que dará perspectivas más amplias a la cooperación energética.
Ahora, las empresas chinas están desempeñando un papel activo como abastecedoras de tecnologías verdes a América Latina.
Por ejemplo, gracias a las hidroeléctricas construidas por empresas chinas, Ecuador, que hasta hace una década era deficitario de energía, se nutrirá de energía limpia y se convertirá a medio plazo en exportador.
Además, la reforma por el lado de la oferta aumentará las ventajas de China en la infraestructura, que puede satisfacer las necesidades de desarrollo a largo plazo de América Latina.
Según el Banco Mundial, si América Latina cierra su brecha de infraestructura con otros países de renta media, se calcula que podrá aumentar su crecimiento anual en 2 puntos porcentuales.
"En breve, la reforma de China beneficiará a América Latina, porque cooperar con una economía que dispone de tecnología más sofisticada contribuye a la modernización de infraestructura y manufactura de la región, lo que mejorará la competitividad de los países", dijo el experto Yang Zhimin.
