GINEBRA, 5 abr (Xinhua) -- La Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus socios pidieron hoy 2.200 millones de dólares para suministrar vitales servicios de salud a más de 79 millones de personas en cerca de 30 países y territorios.
La OMS y sus socios en salud trabajan juntos para brindar servicios de salud urgentes como medicinas esenciales, vacunas y tratamiento para enfermedades como el cólera y el sarampión, con frecuencia en ambientes inseguros y extremadamente difíciles.
"Los riesgos para la salud derivados de las emergencias humanitarias se encuentran en el nivel más alto jamás registrado", dijo Bruce Aylward, director ejecutivo de Brotes y Emergencias de Salud de la OMS.
"La situación está empeorando. El creciente impacto de conflictos prolongados, desplazamientos forzados, cambio climático, urbanización no planeada y cambios demográficos implica que las emergencias humanitarias se están volviendo más frecuentes y severas", dijo.
En Siria, una de las mayores emergencias humanitarias, la OMS y sus socios están solicitando fondos para proporcionar servicios de salud a 11,5 millones de personas, incluyendo atención a la salud mental, y para proporcionar vacunas, medicinas y suministros quirúrgicos a cerca de cinco millones de refugiados sirios que viven en los países vecinos.
La OMS solicitó fondos urgentes para apoyar a 6,8 millones de personas amenazadas por la peor sequía en décadas en Etiopía. Una de las prioridades es suministrar servicios de salud de emergencia para salvar la vida de más de 400.000 niños severamente desnutridos.
Además de más de 30 emergencias prolongadas, la OMS también está respondiendo a emergencias repentinas como el ciclón "Winston" que golpeó Filipinas en febrero de 2016 y los brotes de enfermedades contagiosas como el virus del Zika, los riesgos aún existentes por el ébola en el oeste de Africa y el peor brote de fiebre amarilla en Angola en 30 años.
En una de las transformaciones más profundas de su historia, la OMS está ampliando un nuevo programa de emergencias de salud que aumentará la capacidad de operación en los países y permitirá una respuesta más rápida, efectiva y predecible a todo tipo de emergencias de salud, incluyendo brotes y crisis humanitarias. Fin