WASHINGTON, 26 mar (Xinhua) -- La cooperación entre Estados Unidos y China en materia de energía nuclear ha producido enormes beneficios para ambos países y puede contribuir en un nivel más amplio a las relaciones bilaterales.
Así lo afirmó el vicepresidente del Instituto de Energía Nuclear (IEN), con sede en Washington, Daniel Lipman, en una entrevista concedida a Xinhua antes de la IV Cumbre de Seguridad Nuclear, que se celebra en la capital de EEUU el 31 de marzo y el 1 de abril.
Estados Unidos y China podrían seguir fomentando su cooperación en energía nuclear, dada la existencia de vastas oportunidades de negocio para los dos países y para el mundo, añadió.
La cooperación bilateral en energía nuclear "necesita una sólida base de respeto y confianza mutuos, en el sentido de que las tecnologías compartidas se usarán sólo con fines pacíficos (...), lo que no es algo que EEUU se tome a la ligera", aseveró.
A través de los extensos intercambios entre pueblos e instituciones, la actividad comercial nuclear también puede compartir unas mejores prácticas en la seguridad y la no proliferación nucleares, dijo Lipman.
En 2015 entró en vigor un nuevo acuerdo que formaliza la cooperación nuclear civil entre China y EEUU. La industria estadounidense de la energía nuclear, dirigida por el IEN, tuvo un papel esencial en la consecución de su aprobación en el Congreso.
El acuerdo es "crítico para los suministradores nucleares norteamericanos y para las prioridades de la política exterior de EEUU", subrayaba un informe del citado instituto antes de que el pacto fuese aprobado. "La cooperación nuclear con China impulsa los intereses económicos, la cultura de la seguridad y los objetivos climáticos", según ese texto.
Aparte de la cooperación en energía nuclear, China y EEUU también tienen intereses compartidos en la no proliferación de armas nucleares.
Este mismo mes los dos países acordaron ampliar un programa ya establecido sobre la lucha contra el movimiento ilícito y el contrabando de materiales nucleares.
"En las últimas décadas, China ha dado enormes pasos en la no proliferación y la industria de la energía nuclear estadounidense espera, ciertamente, que China continúe este progreso", apuntó Lipman.
"Desde una perspectiva de la industria, confíamos en el liderazgo de China en esta área", aseguró, e indicó que las leyes estadounidenses y las normas internacionales sólo permiten el comercio nuclear sobre la base de una exitosa cooperación en la seguridad y la no proliferación nucleares.
China adopta una visión "razonable, coordinada y equilibrada" respecto a la seguridad nuclear. El pasado mes de enero, el gobierno chino publicó un libro blanco nuclear, a través del cual asegura al mundo que dispone de "la tecnología más avanzada y los estándardes más rigurosos" para garantizar el desarrollo seguro y eficiente de la energía nuclear.
"La decisión de China de desarrollar la energía nuclear parece más sensata que nunca", anotó Lipman, y añadió que "en algunos aspectos China ofrece un modelo para otros países del mundo".
Con el desarrollo seguro de sus centrales nucleares avanzadas, cumpliendo el calendario y el presupuesto, China puede demostrar que la expansión de la energía nuclear es una alternativa práctica, indicó.
"Al estar obteniendo experiencia en el desarrollo y el funcionamiento seguro de las plantas nucleares en su propio territorio, China desempeñará un mayor rol en la cadena de suministro de la energía nuclear global", concluyó.