CARACAS, 24 mar (Xinhua) -- El gobierno de Venezuela ratificó hoy su solidaridad con Argentina, al conmemorarse 40 años de la instalación de la dictadura cívico-militar que gobernó durante siete años al país sureño.
La Cancillería venezolana recordó, a través de un comunicado, el período en el cual se erigió el conocido "Proceso de Reorganización Nacional" (1976-1983), considerado la dictadura más sangrienta de toda la historia argentina.
"La dictadura militar que sometió y reprimió durante años al hermano pueblo argentino e instauró un tenebroso expediente de torturas, desapariciones y muerte, fue dirigida por élites políticas y militares entregadas a las cúpulas empresariales, con apoyo de las corporaciones de comunicación", señaló.
La Cancillería explicó que el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, que derrocó a la entonces presidenta de Argentina, María Estela Martínez de Perón, y que estableció la dictadura hasta 1983, contó con el auspicio de Estados Unidos.
"Estos eventos, que caracterizaron dos décadas oscuras de la vida de nuestra región, ocurrieron bajo el amparo de la Doctrina de Seguridad Nacional que, auspiciada por Estados Unidos, promovió el intervencionismo y el derrocamiento de democracias constitucionales", dijo.
El gobierno de Venezuela alertó sobre el "resurgimiento" de un nuevo "Plan Cóndor" en América Latina y el Caribe, destinado, al parecer, a destituir los gobiernos progresistas de la región.
El gobierno venezolano, además de reafirmar la solidaridad con el pueblo argentino "en tan infausta fecha de su historia contemporánea", hizo votos por la defensa de la integridad y la soberanía de los Estados latinoamericanos.
La dictadura cívico-militar en Argentina inició el 24 de marzo de 1976 con el establecimiento de una Junta Militar liderada por el teniente general Jorge Rafael Videla.
Según la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep) de Argentina, se calcula en cerca de 9.000 las personas desaparecidas durante la dictadura, pero organizaciones sociales como las Abuelas de Plaza de Mayo estiman este número en más de 30.000.
