BEIJING, 18 mar (Xinhua) -- El espíritu emprendedor y la innovación son esenciales para la economía de China, señaló el primer ministro chino, Li Keqiang, a los legisladores nacionales durante la sesión anual de la Asamblea Popular Nacional (APN) concluida el miércoles en esta capital.
"Shuangchuang", como se conocen los dos términos unidos en idioma chino, forma parte de un plan nacional para emprender una gran transición económica y mantener un crecimiento sostenido, explicó a Xinhua el economista Li Xuesong, miembro de la Academia de Ciencias Sociales de China.
Estadísticas oficiales muestran que un total de 4,4 millones de nuevos negocios fueron registrados el año pasado en el país asiático, donde los procedimientos para el establecimiento de una compañía han sido considerablemente simplificados en los últimos años. También en 2015, China registró el mayor número de solicitudes de patentes en el mundo por quinto año consecutivo.
Mientras, existen amplios fondos en el país para apoyar las ideas creativas. El Centro de Investigación Zero2IPO, un grupo de expertos con sede en Beijing, divulgó que China recibió una financiación de capital de riesgo por importe de 129.300 millones de yuanes (unos 20.000 millones de dólares estadounidenses) en 2015, únicamente superado por Estados Unidos.
Además, el gobierno chino planea incrementar su inversión en investigación y desarrollo hasta el 2,5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) para 2020, en comparación con el 2,1 por ciento estimado en la actualidad.
Jiang Peng, empresario de 37 años de edad, regresó a China el año pasado para establecer una firma de procesamiento de desechos orgánicos en la oriental ciudad costera de Qingdao. Hoy, su compañía negocia con una importante ciudad del sur la construcción de una planta capaz de procesar 1.600 toneladas de desechos diariamente.
"Resulta mucho más fácil iniciar una compañía aquí que en Europa. Hay mucho dinero, incluido capital de riesgo. El mercado es gigantesco y los costos de los recursos humanos de alta calidad son todavía muy bajos", indicó Jiang.
En una reciente publicación, la consultora global McKinsey destacó que las compañías chinas se desempeñan bien en la innovación centrada en el consumo e impulsada por la eficiencia, incluidos los servicios electrónicos, los servicios de Internet y la manufactura flexible.
Sin embargo, se necesita hacer mucho más. Estimulada por una clase media en expansión, calculada por la compañía de servicios financieros Credit Suisse de Suiza en 109 millones el año pasado, la demanda de los consumidores chinos de productos y servicios de calidad está en su máximo histórico, pero los negocios chinos aún no son capaces de satisfacer dicha demanda.
Li, economista de la Academia de Ciencias Sociales de China, declaró que dado el obviamente escaso suministro de alta calidad, es necesario que el país más poblado del mundo implemente una reforma del suministro y promueva la innovación.
"Los turistas chinos gastan mucho en productos extranjeros, seguros y servicios médicos durante los viajes al exterior... Será un gran avance para la economía china si esas demandas pueden ser satisfechas por las empresas chinas", argumentó Li.
TRANSFORMACION MULTIPLE
Con el objetivo de garantizar una transición exitosa y sin contratiempos, China no escatima esfuerzos para remodelar su sector manufacturero y forjar un sector de servicios floreciente.
Algunas compañías manufactureras de baja categoría intentan encontrar una solución a través de la actualización. En una fábrica textil situada en las afueras de Qingdao, los obreros producen ahora prendas de vestir personalizadas ordenadas por Internet con la ayuda de los miniordenadores instalados en sus máquinas de costura.
Varios otros fabricantes se han trasladado a las regiones interiores para aprovechar los costos relativamente bajos. En el este de la provincia central china de Henan, que solía ser mayormente rural, surgen fábricas de refrigeradores, bebidas y ropas.
Gracias a una demanda y un poder de consumo nacionales mayores que nunca, el sector terciario ocupa actualmente más del 50 por ciento del PIB, y continúa avanzando ya que cada día más chinos buscan una vida de mejor calidad.
Gordon Orr, alto consejero de McKinsey China, consideró que el comercio electrónico, la logística, la asistencia médica, la educación y los servicios de gestión de patrimonio se encuentran entre los nuevos motores del crecimiento económico chino.
Los diversos cambios señalan que la economía china ha entrado en un nivel más alto de desarrollo, lo que significa naturalmente un paso de crecimiento más lento. No obstante, aunque la expansión del 6,9 por ciento lograda por China en 2015 es la cifra más baja de los últimos 25 años, todavía resulta una de las de más rápido crecimiento del mundo.
AMPLIO MARGEN DE MANIOBRA
La transición siempre extraña riesgos. Los crecientes costos de mano de obra y alquiler amenazan a las pequeñas y medias empresas (pymes), mientras que la disminución de beneficios supone una gran presión para algunas grandes empresas estatales.
"El riesgo principal para la reforma estructural consiste en ver si la velocidad del crecimiento de los nuevos sectores es capaz o no de compensar la desaceleración de las industrias viejas", dijo el economista.
El gobierno chino es consciente de los riesgos y está seguro de contar con amplias políticas para mantener el crecimiento económico según lo planeado, pudiendo así alcanzar la meta de duplicar el PIB per cápita de China para 2020, en comparación con el nivel de 2010.
Para lograr esta ambiciosa meta se requiere de un crecimiento anual de al menos un 6,5 por ciento. El objetivo oficial para este año es de entre el 6,5 y el 6,9 por ciento.
Economistas concuerdan en que Beijing aún tiene la base monetaria y fiscal para mitigar un crecimiento menor.
"Aunque las transiciones puedan ser dolorosas, el problema del desempleo se solucionará al acelerar las reformas, poner fin al apoyo a las 'empresas zombi' que se desangran en las industrias tradicionales, y reorientar los fondos para financiar a los desempleados, así como a las empresas innovadoras de nueva creación", opinó Wang Tao, economista principal en China del gigante bancario UBS.
"No se puede decir que el riesgo es pequeño, pero siempre hay maneras de manejarlo", indicó la economista.
