Por Esteban Mikkelsen Jensen
BUENOS AIRES, 15 mar (Xinhua) -- Pese al cambio de formato del torneo, y a que sólo habrá un descenso a la segunda categoría, los entrenadores del fútbol argentino siguen siendo "fugaces" y dependen cada día más de los resultados.
La salida de Pedro Troglio del club Gimnasia y Esgrima de La Plata, luego de cinco años y tras la derrota 3-0 en el clásico ante Estudiantes, muestra que cada vez existen mayores dificultades para los entrenadores.
El club platense se ubica séptimo en la zona "A", a sólo 4 puntos de los líderes Rosario Central y Godoy Cruz, pero para los dirigentes, el mundialista en Italia 1990 ya cumplió su ciclo y poco les importó que haya sido el artífice del ascenso a la Primera División en 2013.
Tanto o más llamativa resultó la decisión de los dirigentes del conjunto Boca Juniors de interrumpir el contrato del entrenador Rodolfo Arruabarrena hace un par de semanas, en el inicio de las competencias oficiales.
Pese a un mal verano, en el que perdió 4-0 la final de la Supercopa argentina ante San Lorenzo y dos amistosos con River Plate, el "Xeneize" venía de consagrarse en noviembre pasado campeón del torneo local y de la Copa Argentina, luego de casi cuatro años sin logros.
Otro entrenador "histórico" que dejó su cargo fue Sergio Lippi, quien decidió dar un paso al costado en el Sarmiento de Junín por los malos resultados, pese a que el año pasado consiguió el ascenso a Primera División luego de 32 años.
Aún sin ser un ídolo del club y tras consagrarse como futbolista, Lucas Bernardi no pudo sostenerse como técnico del Newell's Old Boys de Rosario, luego de una dura derrota en el clásico ante Rosario Central que motivó su renuncia con sólo cinco triunfos en 18 encuentros.
El que apenas duró cinco partidos en su cargo fue Carlos Mayor, con un empate, cuatro reveses y 16 goles en contra decidió renunciar a la dirección técnica de Argentinos Juniors, cargo que asumió en enero pasado.
Un caso muy particular es el de Diego Osella, quien tras perder los primeros cuatro partidos del campeonato en Olimpo de Bahía Blanca y cuando los dirigentes evaluaban cesantearlo, aceptó el ofrecimiento del Newell's para ser el sucesor de Bernardi.
El último de los técnicos que dejó su cargo, hasta ahora, es Claudio Vivas, ayudante de Marcelo Bielsa en el Mundial de Corea del Sur-Japón 2002, a quien la directiva del Banfield le comunicó que el próximo domingo dirigirá al equipo por última vez.
Pero todos los casos refuerzan una situación que no cambia con el correr de los años, pese a los cambios en las formas de disputas de los torneos.
A tal punto es la situación de los entrenadores en el fútbol argentina, que en 2015 hubo un total de 53 en los 30 clubes que disputaron el torneo entre febrero y noviembre, un verdadero récord.