BEIJING, 14 mar (Xinhua) -- Después de que China tuviera un crecimiento estelar durante más de tres décadas, la población china en general comenzará a obtener su recompensa en los próximos cinco años por la prioridad que otorga el gobierno a la mejoría de sus vidas.
El proyecto del XIII Plan Quinquenal (2016-2020), que está siendo revisado en la sesión anual de la Asamblea Popular Nacional (APN), pone más énfasis en la prosperidad de los cerca de 1.400 millones de personas de China. Ya es momento de que el crecimiento se traduzca en beneficios para las masas y no en fortunas para unos cuantos.
Mejorar el nivel de vida es una de las prioridades en la agenda de reforma de las autoridades. Las medidas enumeradas en el plan quinquenal más reciente van desde erradicar la pobreza hasta volver a la gente más saludable, mejorar la educación y crear más empleos.
Antes de las sesiones parlamentarias nacionales, el presidente Xi Jinping dijo que el éxito de las reformas futuras debe ser valorada con base en los beneficios que generen a la gente común.
"A partir de ahora, se tratará de la calidad, la eficiencia y los beneficios del crecimiento y no de su velocidad", dijo Pan Jianhua, un miembro de la APN.
Tanto los gobiernos central como locales evaluarán las reformas con base en cuánta diferencia hacen en las vidas de las personas, agregó Pan.
El máximo liderazgo considera a los cinco años próximos como un periodo crucial para la meta del establecimiento de una "sociedad modestamente acomodada", una situación que incrementará enormemente a la clase consumidora.
Su aspiración de tener un estilo de vida de clase media llevará a la segunda mayor economía del mundo hacia un modelo de crecimiento más conducido por el consumo.
China tiene el objetivo de duplicar tanto el tamaño de su economía como, principalmente, el ingreso per cápita para el año 2020 con respecto a los niveles de 2010. Otra meta ambiciosa es sacar a toda la gente que se encuentre por debajo de la línea de la pobreza, establecida en un ingreso anual de 2.300 yuanes (354 dólares) para los residentes rurales.
Bajo esa meta de gran alcance, el ingreso disponible per cápita debe crecer al menos 6,5 por ciento.
Otra manera de impulsar el ingreso entre la población en general es mejorar la justicia en la distribución del ingreso y las reformas fiscales.
El empleo estable apuntala todo esto. El gobierno ha fijado la meta de añadir 50 millones de nuevos empleos en los próximos cinco años para que eso ocurra.
Las autoridades están dispuestas a vivir con una tasa de crecimiento económico más lenta siempre y cuando el empleo aumente firmemente. A pesar de la presión continua a la baja sobre la economía, cuyo crecimiento llegó a su nivel más bajo en 25 años de 6,9 por ciento el año pasado, la creación de nuevos empleos continúa rebasando la meta del gobierno.
La importancia de los empleos está creciendo, no sólo en términos de su cantidad, sino de su calidad, pues las autoridades desean que el crecimiento provenga principalmente de una productividad laboral mejorada y no de más crédito.
La productividad laboral ahora es de 87.000 yuanes por persona. La meta es de 120.000 para el año 2020.
Bajo el plan, en los próximos cinco años habrá un crecimiento de las ciudades pequeñas, en especial en el noroeste. Esta campaña de urbanización permitirá que 100 millones de chinos de las áreas rurales se establezcan en ciudades, en lugar de apiñarse en aglomeraciones urbanas masivas de la costa este opulenta, donde los migrantes por lo general tienen empleos no especializados y se les niega el bienestar urbano, como los servicios médicos y la educación para sus hijos.
Eso incrementará la cantidad de chinos con permisos de residentes urbanos, o "hukou", a 45 por ciento. Las autoridades también seguirán adelante con la renovación de barrios deteriorados para mejorar las condiciones de vida y también como parte de un programa de gasto gubernamental más agresivo para combatir la desaceleración económica.