BEIJING, 10 mar (Xinhua) -- Algunas de las palabras clave utilizadas durante las actuales "Dos Sesiones" de China deben darnos una idea del porqué debemos esperar que la economía de China siga siendo resiliente a pesar de los desafíos que enfrenta.
Las "Dos Sesiones" son las importantes conferencias nacionales de legisladores y asesores chinos que se llevan a cabo cada año en la capital, Beijing. Este año las principales palabras clave son velocidad del crecimiento económico, sector servicios, empleos, reformas estructurales enfocadas en la oferta, innovación, crecimiento ecológico y seguridad social.
Relacionadas con esas palabras clave, existen por lo menos seis razones por las cuales se debe esperar que la economía de China permanecerá resiliente a pesar de los complejos problemas.
Primera, China está creando fuertemente empleos.
Las estadísticas muestran que 13,12 millones de empleos fueron creados en ciudades el año pasado, mejor de lo que se esperaba. La tasa de desempleo urbano registrado en China fue de 4,05 por ciento. El objetivo para este año es crear 10 millones de nuevos empleos.
Los economistas señalan que la sólida creación de empleos significa un ingreso estable para los residentes, lo cual, a su vez, significa que tienen más dinero para gastarlo en consumo. Por supuesto, esto equivale a estabilidad social. Además, permite una ligera desaceleración del crecimiento económico sin generar demasiada turbulencia.
Segunda, el sector servicios ha crecido rápidamente para representar actualmente un poco más del 50 por ciento del producto interno bruto (PIB).
Nicholas Lardy, investigador del Instituto Peterson para la Economía Internacional, con sede en Estados Unidos, señaló en un artículo reciente que el acelerado crecimiento del sector servicios de China, comparado con el de la manufactura, representa un cambio importante. Además, también se considera que refleja el rápido crecimiento en la demanda de servicios porque la gente está empezando a volverse adinerada.
Se cree que el sector servicios se caracterizará por ser de trabajo intensivo, en el que un ritmo igual de crecimiento ayudará a crear más empleos en las ciudades.
Tercera, el nivel de vida en China está mejorando. La gente trabaja arduamente y cada vez cuenta con una mejor educación.
Las personas desean gastar más en cosas como cuidado de la salud, vivienda e incluso mejores alimentos. La demanda de mejores productos y servicios en el país más poblado del mundo está creciendo con firmeza.
Es crucial que "la mayor parte de la población en China confíe en que sus hijos tendrán una vida mejor", dijo Kishore Mahbubani, decano de la Escuela Lee Kuan de Políticas Públicas, de la Universidad Nacional de Singapur.
La gente tiene ahora más deseos de gastar en la educación de sus hijos. Esto eventualmente se traduce en una creciente productividad laboral, que es un factor de apuntalamiento para sostener el crecimiento económico.
La productividad laboral aumentó 6,6 por ciento anual en 2015, sugiriendo que los trabajadores se han vuelto más productivos.
Cuarta, el gobierno impulsa con firmeza las reformas orientadas al mercado para hacer más eficiente a su economía.
La liberalización de tasas de interés se logró el año pasado a través de una reforma dual en la cual aumentó gradualmente a lo largo de varios años la competencia de los fondos de mercado monetario en línea como Yu'e Bao contra los bancos. Las autoridades aún promueven las reformas del mercado financiero, aunque con prudencia.
Por otra parte, el gobierno ha desarrollado un plan para reducir la severa capacidad excesiva en los sectores del acero y carbón, aunque eso significará la eliminación de aproximadamente 1,8 millones de empleos, mientras que las "empresas zombie" también empezarán a ser eliminadas.
Quinta, China es aún más bien prudente en el manejo de riesgos en su sistema financiero al mismo tiempo que impulsa las reformas.
La regulación financiera prudente es parte del XIII Plan Quinquenal del país, que representa el mapa de desarrollo para los próximos cinco años. Aún cuando los mercados financieros no están perfectamente administrados, el mercado de derivados sigue estando relativamente menos desarrollado en China.
Finalmente, aunque no menos importante, es que los estadistas aún tienen un amplio espacio político, tanto monetario como fiscal, destinado a garantizar que el crecimiento económico permanezca estable a la vez que se promueven las reformas estructurales que apuntalen el crecimiento sostenible.
El gobierno espera que su economía crezca entre 6,5 y 7 por ciento este año. Necesita que el crecimiento sea en promedio de alrededor de 6,5 por ciento en los próximos cinco años para duplicar el PIB per cápita de 2010.
Contrario a lo que creen economistas como Ben Bernanke, el actual índice de crecimiento, aunque es más lento que el acelerado ritmo del pasado, se ajusta a los pronósticos oficiales. China no dará marcha atrás a las reformas estructurales.