CARACAS, 1 mar (Xinhua) -- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, reiteró este martes su rechazo a la Ley de Producción Nacional aprobada en primera discusión por la Asamblea Nacional (AN, Congreso), de mayoría opositora, al asegurar que busca "privatizar" las empresas del Estado.
"La Asamblea Nacional ha aprobado una ley que pretende privatizar todas las empresas públicas, socialistas, comunales o mixtas, en la que la clase obrera tenga participación", expresó Maduro durante una reunión con gobernadores y alcaldes en el Palacio Blanco de Miraflores.
La aprobación definitiva de este instrumento legal, obligaría al Ejecutivo a "reconocer" las deudas externas adquiridas por la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras); y del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio).
"Tiene otros componentes, como es la de obligar al presidente de la República a reconocer a la tasa que diga la AN, una deuda externa adquirida por sectores de Fedecámaras y Consecomercio, porque sí", denunció el jefe de Estado venezolano.
Maduro instó a la población a "reaccionar" frente a este proyecto "ilegal, inmoral e inconstitucional", que pretende, además, "derogar la Ley del Trabajo", afectando así los derechos de la clase trabajadora.
Al respecto, el diputado socialista, Héctor Rodríguez, afirmó que el proyecto opositor muestra que existe "una Asamblea (Nacional) que se pone de espaldas (al pueblo) y que sólo está sacando cálculos políticos, para ver cómo se le saca provecho a la emergencia económica que está cruzando el pueblo venezolano".
Por su parte, el diputado de izquierda, Ricardo Sanguino, indicó que "con esta ley pretenden crear una comisión mediante la cual el Poder Legislativo le ordene qué hacer al Poder Ejecutivo", hecho que rechazó al asegurar que los parlamentarios están para "cooperar y no para ordenar".
En tanto, el legislador socialista Francisco Torrealba aseveró que la bancada opositora responde a intereses económicos extranjeros, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), en detrimento de los intereses de los trabajadores.
Mientras, el legislador de la coalición derechista Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Enrique Márquez, manifestó que el deseo de la oposición es que mejoren los niveles de producción de las compañías estatales, además de revisar los errores para no reincidir en ellos.