LA PAZ, 25 feb (Xinhua) -- El ministro de la Presidencia de Bolivia, Juan Ramón Quintana, admitió hoy que el gobierno y su partido oficial Movimiento Al Socialismos (MAS) presentarán "dificultades" en las elecciones de 2019 sin el liderazgo del presidente Evo Morales.
"Sin el liderazgo del presidente y del vicepresidente (Alvaro García Linea), seguramente habrá más dificultades, porque lo que tenemos hoy día es a Morales en sus múltiples dimensiones, que ha permitido transformar la historia de Bolivia", dijo el funcionario.
Quintana comentó en entrevista con medios estatales que es hora de una profunda reflexión al interior del oficialismo para perfilar una serie de acciones que abarquen liderazgos, gestión, fortalecimiento de virtudes y ajustes en las debilidades.
Admitió que el MAS no estaba preparado para lo que llamó "guerra sucia" con el ataque a la imagen del presidente Morales y el vicepresidente García Linera, lo que hizo renacer un discurso "racista".
"Se posicionó una fuerte carga racista de la idea de que Morales no es el indio honesto y trabajador, sino es igual que el resto de los indios", expresó.
Aseguró que la oposición incidió en su estrategia de desgastar la imagen del mandatario a través del ataque sistemático de su gestión durante 10 años.
"El MAS no estaba preparado para la despiadada guerra sucia que atacó la imagen de nuestros líderes y que en seis meses se multiplicó por cien", comentó Quintana.
El representante de la Presidencia expuso que la estrategia de la oposición dio resultado al afectar la imagen de Morales, el vicepresidente y el gobierno en general.
El gabinete ampliado del gobierno boliviano se reúne este jueves para evaluar, entre otros puntos, la coyuntura política tras los resultados no favorables del referendo del pasado 21 de febrero.
En la jornada de votación el "No" ganó sobre el "Sí" a una reforma a la Constitución para permitir una nueva postulación presidencial en los comicios de 2019 a un virtual cuarto período de gobierno (2020-2025).
El propio Morales sostuvo la víspera que "perdió una batalla, pero no la guerra", en referencia a la victoria del "No" al cambio constitucional que buscaba el oficialismo sobre otra posible reelección en el país sudamericano.
Morales culpó de la derrota en las urnas a redes sociales y a lo que llamó "guerra sucia" de la oposición. Fin