NACIONES UNIDAS, 17 feb (Xinhua) -- El vocero de la ONU, Stephane Dujarric, indicó hoy a los reporteros que ya iniciaron las operaciones de Naciones Unidas y la Media Luna Roja Arabe Siria para entregar ayuda humanitaria vital a más de 10.000 personas en Siria.
"Los convoyes de diferentes agencias están transportando alimentos, medicamentos y ayuda médica y nutricional", dijo. "Se darán a conocer más detalles cuando los convoyes lleguen a salvo a sus destinos".
Los acontecimientos más recientes en el terreno mostraron un avance inicial en los esfuerzos de implementación del acuerdo alcanzado el viernes por las potencias mundiales en Munich, Alemania.
Las potencias acordaron un "cese de hostilidades" que entrará en vigor esta semana, el jueves, y la inmediata llegada de los convoyes con ayuda humanitaria a cinco de las siete áreas sitiadas de Siria: Moadamiyeh, Madaya y Zabadani cerca de la capital Damasco, y Foah y Kafraya en Idleb, noroeste de Siria.
De hecho, los avances se produjeron como resultado de la cooperación entre el gobierno sirio y Naciones Unidas.
El martes, el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, recibió la aprobación del ministro sirio de Relaciones Exteriores, Walid al-Moualem, durante su visita sorpresa a Damasco, capital de Siria, para entregar la ayuda a las áreas sitiadas del país, donde una crisis política y una guerra civil estallaron en marzo de 2011.
Esta cooperación también es necesaria entre la oposición siria y Naciones Unidas en un momento en el que la organización mundial indica que cerca de 500.000 personas viven en áreas sitiadas en Siria.
En este momento, la colaboración es medida por el acceso seguro y sin obstáculos a las siete áreas sitiadas en el país.
Se necesita una mayor cooperación entre la ONU y Siria mientras los convoyes humanitarios se dirigen hacia su destino en las áreas controladas ya sea por el gobierno o por la oposición.
Para lograr el objetivo, el gobierno y la oposición sirios necesitan construir confianza después de cerca de seis años de conflicto letal en el país.
La entrega humanitaria inició apenas días después de que representantes del Grupo Internacional de Apoyo para Siria (ISSG, por sus siglas en inglés) de 17 miembros, incluyendo al ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, llegaron a un acuerdo hace una semana en Munich. El acuerdo se consiguió con dificultad y es producto de un delicado equilibrio de intereses.
Las partes pertinentes en Siria, incluyendo al gobierno y a la oposición, deben aprovechar la oportunidad histórica, reiniciar con prontitud las negociaciones con mediación de la ONU e impulsar el proceso político en ese país de Medio Oriente para terminar pronto con el conflicto que Naciones Unidas calcula que ha dejado más de 250.000 muertos.
El conflicto también ha causado que más de cuatro millones de personas huyan del país. Otros 6,5 millones son desplazados internos y 13,5 millones de personas dentro del país necesitan de forma acuciante ayuda humanitaria.
En tanto, grupos terroristas como el Estado Islámico (UE) han aprovechado la turbulencia en Siria y se han fortalecido, lo que representa un desafío de seguridad sin precedentes para la paz y seguridad internacionales.
Por otra parte, la comunidad internacional debe mantener vivo el impulso actual para una solución política y debe garantizar que el proceso político pertinente brinde resultados realmente positivos en el terreno.
Lograr la cooperación no es fácil porque las partes en conflicto, el gobierno y la oposición sirios, apenas acaban de entablar conversaciones indirectas en Ginebra bajo los auspicios de la ONU. Además, las negociaciones realizadas con la mediación de De Mistura fueron suspendidas este mes.
Este tipo de cooperación también se requiere de las potencias regionales que están apoyando a diferentes partes en el conflicto sirio. Por consiguiente, en particular las que son muy influyentes en la situación en Siria, deben dejar de intercambiar acusaciones y deben desempeñar un papel constructivo en la implementación del acuerdo de Munich de modo que se pueda observar un cese al fuego y de que se pueda entregar la ayuda humanitaria a los sirios necesitados.
La cooperación en ayuda humanitaria no es fácil, pero los esfuerzos conjuntos de todas las facciones pertinentes para garantizar una tregua son mucho más difíciles.
Como lo dijo Dujarric, el cese de hostilidades es simple en comparación con un cese al fuego, lo cual, dijo, es "un proceso complejo" que debe negociarse entre las partes pertinentes para detener la violencia.
Poner fin a las hostilidades podría ser el primer paso para la implementación de un cese al fuego en Siria.
De hecho, es muy difícil pedir a todas las partes en disputa en Siria que depongan las armas y trabajen juntos en los esfuerzos para llevar a la paz y la estabilidad en el país. La construcción de la confianza en este sentido es el preludio de la cooperación.
Por consiguiente, todas las partes en Siria deben actuar para favorecer los intereses del pueblo sirio e intentar superar las dificultades para reiniciar las conversaciones de paz tan pronto como sea posible, para que así el pueblo sirio pueda decidir su propio futuro. En resumen, es imperativo que busquen el mayor factor en común para obtener los mejores resultados.