SANTIAGO, 17 feb (Xinhua) -- Chile instaló su primera plataforma para medir la capa de ozono en la Antártida, con el fin de estudiar los efectos del agujero de ozono en el cambio climático polar.
"El agujero de ozono es un proceso de destrucción de ese gas que se produce entre septiembre y diciembre de cada año, favorecido por las bajas temperaturas de la estratosfera antártica en ese periodo", dijo hoy el académico de la Universidad de Santiago e investigador principal del proyecto, Raúl Cordero, al referirse a la instalación de la plataforma.
Este proyecto pionero en Chile registrará los efectos del "agujero de ozono" por un periodo de 10 años y su influencia en el clima, por ser un gas de efecto invernadero.
Cordero explicó que "cuando las temperaturas suben al final de la primavera, cesa la destrucción masiva de ozono, lo que provoca que el ozono de otras latitudes cierre el agujero".
El módulo principal de la máquina de mediciones atmosféricas fue trasladado hasta Bahía Fildes, en la isla Rey Jorge de las islas Shetland del sur de la Antártida, por el buque de la Armada chilena "Aquiles".
Desde hace un año el equipo de científicos trabaja, junto a seis investigadores, en el asentamiento de la plataforma, la cual está en su fase final.
Cordero explicó que en el montaje de la plataforma participan siete personas, no obstante su operación se realizará de manera remota mediante equipos robóticos que serán controlados desde la Universidad de Santiago.
Las mediciones que arrojará el aparato tendrán un impacto en la comunidad científica interesada en estudiar los efectos del cambio climático en la Antártida.
Un estudio realizado en diciembre de 2015 concluyó que "el agujero en la capa de ozono en la Antártida alcanzó un tamaño récord, al registrar 10 millones de kilómetros cuadrados en el último mes del año, más del doble del promedio para esta fecha".
Se determinó la dimensión del agujero al utilizar los valores registrados por satélites durante las ultimas tres décadas, tras lo cual se estableció que en octubre de 2015 alcanzó los 28 millones de kilómetros cuadrados, el cuarto más extenso desde que existen datos especializados.
Chile promulgó en 2006 la ley de Protección a la Capa de Ozono, con la cual el país se comprometió a cumplir el ordenamiento internacional sobre la materia.
La iniciativa legal obliga a Chile a reducir progresivamente el consumo de clorofluorocarbono (CFC), bromuro de metilo y alones, usados en los procesos de refrigeración, aerosoles y en la agroindustria y que son los principales causantes de la destrucción de la capa de ozono y extensión del agujero.