ESPECIAL: Venezuela celebra 41 años del Sistema Nacional de Orquestas

Spanish.xinhuanet.com   2016-02-12 05:02:24

Por Sabina di Muro

CARACAS, 11 feb (Xinhua) -- Hace 41 años se creó el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, una obra social y cultural del Estado, que brinda a la juventud el derecho a una educación musical gratuita.

En su 41 aniversario se puede afirmar que ningún niño en Venezuela está excluido del derecho a la educación musical, gracias a este proyecto que sistematiza la instrucción y la práctica colectiva e individual de la música.

Esta obra social y cultural fue concebida y fundada por el maestro José Antonio Abre el 12 de febrero de 1975, con la reunión de sólo 12 jóvenes que soñaban con la música como "un lenguaje de paz".

"La filosofía social del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles nació con la visión de hacer llegar la música y la experiencia colectiva del arte a cada rincón del país", dijo en entrevista el maestro Abreu.

El proyecto artístico "El Sistema", como también es conocido, está conformado por 24 orquestas estatales y 400 orquestas sinfónicas juveniles e infantiles, las cuales integran a más de 700.000 jóvenes venezolanos provenientes de diferentes sectores populares del país.

El gobierno venezolano avanza en la misión de aumentar de 700.000 a un millón el número de niños, niñas y jóvenes inscritos en este programa social, el cual ha roto esquemas con un terreno abonado de experiencias que han servido para perfeccionar el método de enseñanza.

El maestro Abreu abordó este proyecto con la visión de un país en el que todos los niños y jóvenes tienen acceso a la educación artística y a la cultura en general, sin importar ni sus posibilidades económicas, edad y lugares de procedencia.

Por esa razón, el proyecto es catalogado como un modelo de justicia social e inclusión que construye espacios adecuados donde los niños y jóvenes pueden sentirse conectados con todas las manifestaciones creativas.

"Sin duda, era meritorio el deber llevar la música, como arte y práctica, a cada venezolana y venezolano", afirmó Abreu.

Este modelo pedagógico, artístico y social que ha alcanzado relevancia en el mundo entero, constituye el programa de responsabilidad social de mayor impacto en la historia de Venezuela.

A lo largo de los años, "El Sistema" ha sido concebido como un símbolo de belleza, amor y unión.

"Es extraordinaria la labor social del programa musical que permite a gente de bajos estratos, es decir de barrios populares, acceder a una profesión digna. Han surgido de esos estratos jóvenes promesas de la ejecución, la dirección y hasta compositores", señaló por su parte el maestro y compositor Inocente Carreño.

La visión contundente de que la música salva vidas al exponer la belleza sublime del espíritu, inspiró al maestro José Antonio Abreu a dirigir este importante proyecto de desarrollo humano que está lleno de emocionantes historias y capítulos en cada uno de sus protagonistas.

El Sistema es una familia que brinda las mejores oportunidades de educación musical, de experiencias, de enriquecimiento personal y de convivencia, dijo en una entrevista a Xinhua el percusionista Simón González, quien cuenta con 16 años de experiencia en la Orquesta Simón Bolívar, la mayor de las orquestas del proyecto.

"Es una familia como siempre lo digo, y así nos enseñó el maestro Abreu. En mi caso ser músico no lo veo como un trabajo, sino como una forma de vida. Aquí somos orquestas hermanas y nosotros estamos ejerciendo una labor pedagógica con las diferentes academias que ha creado el sistema", explicó el músico.

A su juicio, el proyecto tiene el poder de cambiar al mundo porque, al igual que todas las artes, "te sensibiliza como ser humano y te toca las fibras".

"Es un milagro que orquestas integradas por jóvenes que no pasan los 15 años hacen oír algo tan hermoso, que sorprende a los más expertos, que se preguntan cómo han podido llegar a esa perfección", dijo.

Un fenómeno musical con justicia social porque la mayoría de los integrantes de las orquestas y coros son de estratos sociales de bajos recursos económicos, y no se les exige la compra de un instrumento, ya que lo consiguen dentro del mismo sistema.

En Caracas el proyecto tiene seis orquestas grandes: Orquesta Simón Bolívar "A", Orquesta Simón Bolívar "B", la Orquesta del Observatorio, Orquesta Francisco de Miranda, Orquesta de Chacao y la Orquesta Teresa Carreño.

"Lo mínimo que se consigue en cada núcleo regional son cuatro orquestas, porque está la preinfantil, la infantil, la prejuvenil y la juvenil. Después de estar en un núcleo, si el alumno tiene aspiraciones mayores comienza a audicionar para una orquesta grande", precisó González.

A los núcleos llegan aprendices de otros países que quieren conocer las experiencias y llevarse los conocimientos y el método de enseñanza impartido en las Academias Latinoamericanas, creadas por los mismos integrantes de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar.

"El proyecto del maestro Abreu se ha convertido en un símbolo en el mundo porque lo han copiado países como Corea (del Sur), Japón, Escocia, Estados Unidos, Colombia, Chile y Argentina", dijo en una oportunidad, el director venezolano más conocido en el plano internacional, Gustavo Dudamel.

Juan Diego Villalobos, percusionista de la Orquesta Teresa Carreño, señaló a Xinhua que "otros países ya están copiando lo que se hace en Venezuela con la experiencia de este proyecto".

"Venezuela desde siempre ha tenido buenos músicos y ahora está en uno de sus mejores momentos", señaló el joven percusionista al asegurar que la música y el modelo de desarrollo y aprendizaje del Sistema "le han hecho vivir momentos inolvidables".

Como en 2015, cuando El Sistema se adueñó de la ciudad de Milán, Italia, a lo largo de un mes.

La Orquesta Simón Bolívar fue la anfitriona, pero también estuvo la Teresa Carreño, la Orquesta Juvenil Nacional, la Orquesta Infantil de Caracas, y los coros.

"Eso fue un fenómeno musical que se adueñó de La Scala de Milán con conciertos todos los días", relató Villalobos.

Una de las cosas más difíciles para un músico es poder tocar en conjunto con otros músicos y "eso es algo que te lo da el Sistema, aprender a tocar con un compañero al lado y eso es muy importante".

El Sistema de Orquestas ha desarrollado iniciativas sociales que mejoran la calidad de vida de quienes participan en él.

Uno de ellos es el Programa Académico Penitenciario, dirigido a hombres y mujeres privados de libertad, a través del cual se les da instrucción musical para que puedan participar en orquestas y coros.

Otros programas están orientados a atender a niños y jóvenes con diversidad funcional o discapacidades físicas y cognitivas.

"Toda esa información y las herramientas nosotros se las damos a los niños que llegan desde el preinfantil. A los alumnos uno los ve como unos hijos y les da la misma enseñanza que uno recibió de otros maestros, y todo lo que hemos aprendido a través de la experiencia", indicó Simón González.

El proyecto se está abriendo a otros estilos musicales como el Programa Alma Llanera, referido a preservar el acervo cultural venezolano dentro y fuera de las orquestas y coros; y el programa Nuevos Integrantes, que consiste en introducir al niño en la música con juegos recreativos.

El Programa Alma Llanera está dedicado a enseñar los instrumentos musicales venezolanos como el cuatro, guitarra, bandola, mandolina, arpa criolla y maracas a través de un plan de estudio creado por cultores de las regiones.

En la actualidad 2.000 niños reciben clases en 23 núcleos ubicados en el estado Guárico (centro), mientras que otros 3.000 lo hacen en el Proyecto Simón Bolívar que funciona en espacios comunitarios y escuelas.

Las orquestas regionales juveniles ofrecen becas a sus alumnos, la mayoría niños de 13 a 15 años y de bajos recursos económicos", precisó Villalobos tras recordar que el ingreso a las orquestas grandes se realiza mediante audiciones y concursos.

  
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ESPECIAL: Venezuela celebra 41 años del Sistema Nacional de Orquestas

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Por Sabina di Muro

CARACAS, 11 feb (Xinhua) -- Hace 41 años se creó el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, una obra social y cultural del Estado, que brinda a la juventud el derecho a una educación musical gratuita.

En su 41 aniversario se puede afirmar que ningún niño en Venezuela está excluido del derecho a la educación musical, gracias a este proyecto que sistematiza la instrucción y la práctica colectiva e individual de la música.

Esta obra social y cultural fue concebida y fundada por el maestro José Antonio Abre el 12 de febrero de 1975, con la reunión de sólo 12 jóvenes que soñaban con la música como "un lenguaje de paz".

"La filosofía social del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles nació con la visión de hacer llegar la música y la experiencia colectiva del arte a cada rincón del país", dijo en entrevista el maestro Abreu.

El proyecto artístico "El Sistema", como también es conocido, está conformado por 24 orquestas estatales y 400 orquestas sinfónicas juveniles e infantiles, las cuales integran a más de 700.000 jóvenes venezolanos provenientes de diferentes sectores populares del país.

El gobierno venezolano avanza en la misión de aumentar de 700.000 a un millón el número de niños, niñas y jóvenes inscritos en este programa social, el cual ha roto esquemas con un terreno abonado de experiencias que han servido para perfeccionar el método de enseñanza.

El maestro Abreu abordó este proyecto con la visión de un país en el que todos los niños y jóvenes tienen acceso a la educación artística y a la cultura en general, sin importar ni sus posibilidades económicas, edad y lugares de procedencia.

Por esa razón, el proyecto es catalogado como un modelo de justicia social e inclusión que construye espacios adecuados donde los niños y jóvenes pueden sentirse conectados con todas las manifestaciones creativas.

"Sin duda, era meritorio el deber llevar la música, como arte y práctica, a cada venezolana y venezolano", afirmó Abreu.

Este modelo pedagógico, artístico y social que ha alcanzado relevancia en el mundo entero, constituye el programa de responsabilidad social de mayor impacto en la historia de Venezuela.

A lo largo de los años, "El Sistema" ha sido concebido como un símbolo de belleza, amor y unión.

"Es extraordinaria la labor social del programa musical que permite a gente de bajos estratos, es decir de barrios populares, acceder a una profesión digna. Han surgido de esos estratos jóvenes promesas de la ejecución, la dirección y hasta compositores", señaló por su parte el maestro y compositor Inocente Carreño.

La visión contundente de que la música salva vidas al exponer la belleza sublime del espíritu, inspiró al maestro José Antonio Abreu a dirigir este importante proyecto de desarrollo humano que está lleno de emocionantes historias y capítulos en cada uno de sus protagonistas.

El Sistema es una familia que brinda las mejores oportunidades de educación musical, de experiencias, de enriquecimiento personal y de convivencia, dijo en una entrevista a Xinhua el percusionista Simón González, quien cuenta con 16 años de experiencia en la Orquesta Simón Bolívar, la mayor de las orquestas del proyecto.

"Es una familia como siempre lo digo, y así nos enseñó el maestro Abreu. En mi caso ser músico no lo veo como un trabajo, sino como una forma de vida. Aquí somos orquestas hermanas y nosotros estamos ejerciendo una labor pedagógica con las diferentes academias que ha creado el sistema", explicó el músico.

A su juicio, el proyecto tiene el poder de cambiar al mundo porque, al igual que todas las artes, "te sensibiliza como ser humano y te toca las fibras".

"Es un milagro que orquestas integradas por jóvenes que no pasan los 15 años hacen oír algo tan hermoso, que sorprende a los más expertos, que se preguntan cómo han podido llegar a esa perfección", dijo.

Un fenómeno musical con justicia social porque la mayoría de los integrantes de las orquestas y coros son de estratos sociales de bajos recursos económicos, y no se les exige la compra de un instrumento, ya que lo consiguen dentro del mismo sistema.

En Caracas el proyecto tiene seis orquestas grandes: Orquesta Simón Bolívar "A", Orquesta Simón Bolívar "B", la Orquesta del Observatorio, Orquesta Francisco de Miranda, Orquesta de Chacao y la Orquesta Teresa Carreño.

"Lo mínimo que se consigue en cada núcleo regional son cuatro orquestas, porque está la preinfantil, la infantil, la prejuvenil y la juvenil. Después de estar en un núcleo, si el alumno tiene aspiraciones mayores comienza a audicionar para una orquesta grande", precisó González.

A los núcleos llegan aprendices de otros países que quieren conocer las experiencias y llevarse los conocimientos y el método de enseñanza impartido en las Academias Latinoamericanas, creadas por los mismos integrantes de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar.

"El proyecto del maestro Abreu se ha convertido en un símbolo en el mundo porque lo han copiado países como Corea (del Sur), Japón, Escocia, Estados Unidos, Colombia, Chile y Argentina", dijo en una oportunidad, el director venezolano más conocido en el plano internacional, Gustavo Dudamel.

Juan Diego Villalobos, percusionista de la Orquesta Teresa Carreño, señaló a Xinhua que "otros países ya están copiando lo que se hace en Venezuela con la experiencia de este proyecto".

"Venezuela desde siempre ha tenido buenos músicos y ahora está en uno de sus mejores momentos", señaló el joven percusionista al asegurar que la música y el modelo de desarrollo y aprendizaje del Sistema "le han hecho vivir momentos inolvidables".

Como en 2015, cuando El Sistema se adueñó de la ciudad de Milán, Italia, a lo largo de un mes.

La Orquesta Simón Bolívar fue la anfitriona, pero también estuvo la Teresa Carreño, la Orquesta Juvenil Nacional, la Orquesta Infantil de Caracas, y los coros.

"Eso fue un fenómeno musical que se adueñó de La Scala de Milán con conciertos todos los días", relató Villalobos.

Una de las cosas más difíciles para un músico es poder tocar en conjunto con otros músicos y "eso es algo que te lo da el Sistema, aprender a tocar con un compañero al lado y eso es muy importante".

El Sistema de Orquestas ha desarrollado iniciativas sociales que mejoran la calidad de vida de quienes participan en él.

Uno de ellos es el Programa Académico Penitenciario, dirigido a hombres y mujeres privados de libertad, a través del cual se les da instrucción musical para que puedan participar en orquestas y coros.

Otros programas están orientados a atender a niños y jóvenes con diversidad funcional o discapacidades físicas y cognitivas.

"Toda esa información y las herramientas nosotros se las damos a los niños que llegan desde el preinfantil. A los alumnos uno los ve como unos hijos y les da la misma enseñanza que uno recibió de otros maestros, y todo lo que hemos aprendido a través de la experiencia", indicó Simón González.

El proyecto se está abriendo a otros estilos musicales como el Programa Alma Llanera, referido a preservar el acervo cultural venezolano dentro y fuera de las orquestas y coros; y el programa Nuevos Integrantes, que consiste en introducir al niño en la música con juegos recreativos.

El Programa Alma Llanera está dedicado a enseñar los instrumentos musicales venezolanos como el cuatro, guitarra, bandola, mandolina, arpa criolla y maracas a través de un plan de estudio creado por cultores de las regiones.

En la actualidad 2.000 niños reciben clases en 23 núcleos ubicados en el estado Guárico (centro), mientras que otros 3.000 lo hacen en el Proyecto Simón Bolívar que funciona en espacios comunitarios y escuelas.

Las orquestas regionales juveniles ofrecen becas a sus alumnos, la mayoría niños de 13 a 15 años y de bajos recursos económicos", precisó Villalobos tras recordar que el ingreso a las orquestas grandes se realiza mediante audiciones y concursos.

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