MEXICO, 9 feb (Xinhua) -- La subasta de dólares y el recorte al gasto público no solucionarán el declive del peso mexicano, consideró el experto en economía Arturo Huerta González.
Las medidas adoptadas por el gobierno no frenan las presiones sobre el tipo de cambio y demuestran que no existen condiciones internas para sortear esta situación, afirmó Huerta González.
De acuerdo con el académico de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), desde enero de 2015 a la fecha el peso se ha devaluado 35 por ciento y la población ha resentido el encarecimiento del dólar directamente en sus bolsillos.
"El recorte del gasto público afecta la demanda y el mercado interno. Las ventas caerán, se generarán menos empleos y la perspectiva de crecimiento será mínima", detalló.
El coordinador del Posgrado en Economía en la UNAM dijo que rematar divisas sólo merma las reservas internacionales.
"Esta historia ya la enfrentó México en las crisis de 1982, 1995 y 2009, cuando no se detuvo la fuga de capitales. Más que ofertar dólares para evitar la devaluación, es urgente controlar el movimiento de capitales", explicó.
Huerta González explicó que por la depreciación de la moneda nacional la población debe pagar más por distintos bienes, incluso por productos básicos como la tortilla.
El costo por kilogramo de la tortilla, alimento básico en la dieta del mexicano, rebasó los 16 pesos en varios establecimientos, un incremento del 33 por ciento respecto al año pasado.
"La mayoría de lo que consumimos tiene un alto componente de importaciones. En consecuencia, la depreciación se traducirá en alza de precios y menor poder adquisitivo", sostuvo.
En su opinión, el tipo de cambio se mantuvo estables sólo se mantuvo por la entrada de capitales y variables externas positivas.
El peso pierde terreno por la caída internacional del precio del petróleo, la recesión japonesa, el magro crecimiento de Europa y el aumento de la tasa de referencia de la Reserva Federal de Estados Unidos.
En estas condiciones, los inversionistas retiran sus fondos de economías emergentes, como la mexicana, hacia el mercado estadounidense, que garantiza condiciones más atractivas e inversiones más seguras.
Esto encarece el dólar y devalúa monedas como la nuestra, lo cual afecta las finanzas públicas, indicó el experto.
El pasado 28 de enero la Comisión de Cambios del Banco de México (banco central) determinó extender la vigencia del mecanismo de subastas ordinarias y suplementarias diarias con precio mínimo de 200 millones de dólares, cada una, a partir del 2 de febrero y hasta el 31 de marzo.
El economista señaló que la medida no restringe el declive del peso, debido a que no hay perspectivas de que en los próximos meses se recuperen los precios internacionales de materias primas e hidrocarburos.
En los últimos meses han salido más de 26.000 millones de dólares, los cuales pudieron ser utilizados para incrementar la inversión, apuntalar el desarrollo agrícola e industrial y generar empleos, sin embargo "ese capital está ahora en manos de especuladores", apuntó.
En tanto, el recorte de las finanzas estatales afecta la economía de las familias mexicanas, golpeada por el alza de precios, el desempleo y salarios a la baja.
La contracción de la actividad económica sólo agravará los desequilibrios, aseguró.
"Las autoridades deben tomar medidas antes de que se manifieste (la crisis) y no mantener estrategias que sólo profundizan la vulnerabilidad de la economía mexicana frente a los embates externos", concluyó.