ATENAS, 4 feb (Xinhua) -- Grecia se paralizó hoy debido a la primera huelga general de 24 horas que se lleva a cabo en el 2016.
La movilización fue organizada por los sindicatos en protesta por la reforma al sistema de pensiones que el gobierno está discutiendo actualmente con los prestamistas como un requisito para el desembolso de más préstamos para Atenas.
Se trata de una de las movilizaciones contra la austeridad más impresionantes desde 2010, de acuerdo con los medios de comunicación. Más de 60.000 manifestantes, de acuerdo con los cálculos, participaron en las manifestaciones en el centro de Atenas y marcharon pacíficamente hacia el Parlamento. Los servicios públicos en todo el país quedaron paralizados.
Las escuelas y tribunales permanecieron cerrados, los hospitales operaron con personal de emergencia y los servicios de transporte público fueron suspendidos. Los barcos se quedaron en los muelles y decenas de vuelos domésticos fueron cancelados.
La huelga, que fue convocada por los principales sindicatos de empleados de sectores privados y públicos, GSEE y ADEDY, es la movilización más grande que el gobierno de izquierda ha enfrentado un año después de asumir el poder, comentaron los analistas locales. Una amplia gama de profesionistas salieron a las calles en una escalada de una nueva ronda de protestas que comenzó en otoño.
Abogados marcharon hoy junto a agricultores que enviaron delegaciones a Atenas. Los agricultores continuaron sus protestas en todo el país por tercera semana y bloquearon los cruces carreteros nacionales y los cruces fronterizos en el norte de Grecia durante varias horas al día.
Ingenieros civiles, médicos, farmacéuticos, taxistas, propietarios de cafeterías, gasolineras y funerarias se unieron también hoy a la congregación que concluyó con riñas entre anarquistas encapuchados y la policía.
Un reportero de la radio municipal 9.84 de Atenas resultó herido levemente por un grupo de anarquistas que lo atacaron cuando estaba cubriendo la manifestación, informó la policía.
La huelga general es la tercera que enfrenta el gobierno del primer ministro Alexis Tsipras en cuatro meses. El partido gobernante de izquierda Syriza, que anteriormente apoyó firmemente las protestas contra la austeridad, emitió un comunicado en el que pide a la gente participar en las movilizaciones para "ayudar al gobierno en las negociaciones con los prestamistas".
La huelga se llevó a cabo mientras los ministros del gabinete y los representantes de los prestamistas, que regresaron el lunes a Atenas, discuten la controvertida reforma al sistema de pensiones planeada por el gobierno, un elemento clave para concluir la primera revisión del tercer programa de rescate de Grecia que fue alcanzado en el verano de 2015.
De acuerdo con fuentes del gobierno, para garantizar la sostenibilidad del sistema, los acreedores exigen reducciones de hasta 30 por ciento en las pensiones, mientras que el gobierno prefiere un incremento de 1,5 por ciento en las contribuciones para los fondos.
La meta es ahorrar al menos 1.800 millones de euros (2.020 millones de dólares) este año de la reforma de pensiones bajo los compromisos para el rescate.
Los sindicatos protestan que las propuestas sobre la mesa, en combinación con las nuevas alzas de impuestos promovidas, "deteriorarán" más a la economía real y a la sociedad griega en lugar de apoyar los esfuerzos para restablecer el crecimiento luego de seis años de enérgicas medidas de austeridad que han alimentado la recesión.
Los analistas políticos advirtieron que la reforma al sistema de pensiones será el mayor desafío que el gobierno de Tsipras enfrentará en el Parlamento en las próximas semanas. La coalición gobernante controla una ligera mayoría de 153 escaños en la asamblea de 300 miembros y varios miembros del parlamento de Syriza están bajo la presión de sus electores para emitir votos contra la línea del partido.