ESTRASBURGO, 2 feb (Xinhua) -- Durante una sesión plenaria en Estrasburgo, el Parlamento Europeo realizó hoy por la tarde, por enésima ocasión, un acalorado debate sobre la crisis de los refugiados y los controles fronterizas, mientras la presión sobre Grecia aumenta y el país se ve amenazado con la expulsión de la zona de Schengen.
Durante meses han resonado en el hemiciclo de Estrasburgo las profundas divisiones existentes con respecto a la cuestión de los refugiados, en medio de grandes dilaciones, mientras la afluencia de migrantes que llegan a las costas griegas desde la vecina Turquía continúa sin cesar.
Pero hoy, el debate subió un poco de tono en presencia del vicepresidente de la Comisión Europea, Franz Timmermans. Se escucharon abiertamente numerosas voces que buscaron atribuir culpas y otras a favor del cierre completo de ciertas fronteras europeas.
A pesar de que en las filas de la izquierda y los verdes algunos parlamentarios se pronunciaron en contra del "populismo, la estigmatización y la criminalización de los migrantes" y se mostraron alarmados porque "Europa está perdiendo su alma", sus declaraciones se vieron sofocadas por estruendosas declaraciones de la extrema derecha que denunció "la invasión e islamización" de la Unión Europea (TE).
La idea del cierre de ciertas fronteras parece haber llegado al Parlamento Europeo después del procedimiento sin precedentes lanzado el 27 de enero por la Comisión Europea contra Grecia.
En la primera línea de la crisis de refugiados y asumiendo gran parte de la carga de la UE, Atenas es criticada por Bruselas por "graves fallas" en cuanto a la manera en que ha manejado la afluencia de migrantes.
De acuerdo con el informe y sobre la base de la visita de noviembre realizada por Frontex, la agencia fronteriza europea, a las islas de Quíos y Samos y sobre la cual las conclusiones no han sido dadas a conocer, Grecia "ha descuidado seriamente sus obligaciones" en el manejo de sus fronteras externas de Schengen, lo que ha puesto en peligro el funcionamiento de la zona de libre tránsito.
Ciertos países de Europa central como Hungría y Eslovenia están trabajando abiertamente en favor de la salida de Grecia de Schengen. Para Grecia, que no tiene fronteras terrestres con el resto de la zona de Schengen, esto implicaría controles para vuelos y navegación, lo que daría un duro golpe a la industria turística, uno de los pocos motores económicos del país.
Después de haber sido sometida a drásticas medidas de austeridad en los últimos cinco meses, Grecia carece de oficiales de policía, de unidades de la guardia costera y de la infraestructura necesaria para hacer frente a la afluencia de refugiados. Por el momento, sólo se ha establecido un centro de registro y clasificación de migrantes, de los planeados por la UE en la isla de Lesbos.
Sobre el acuerdo entre Turquía y la UE, que implica 3.000 millones de euros en ayuda para Turquía y la reanudación de las conversaciones de ingreso a la UE cambio de un mejor manejo por parte de Ankara de los migrantes, muchos lo han descrito como "un timo".
Por otra parte, las autoridades griegas y las asociaciones humanitarias han rechazado las acusaciones de la Comisión Europea. Grecia tiene varios cientos de kilómetros de frontera marítima con Turquía, señalan. "La única manera de actuar en la frontera marítima es realizando operaciones de rescate o dejando a los migrantes ahogarse", dijo recientemente el ministro griego de Migración Ioannis Mouzalas.
"Nada impedirá a los migrantes intentar de nuevo el cruce de las fronteras. Y esta estrategia sólo reforzará la influencia de los traficantes y las mafias. Ya lo estamos viendo en la frontera macedonia", dijo el jefe de Médicos sin Fronteras en Lesbos, Danuel Huescar.
Su homólogo en Atenas, Apostolos Viezis, criticó "el egoísmo de las naciones europeas, listas para culpar a sus vecinos en lugar de asumir una solución colectiva", y señaló que "sería catastrófico para los migrantes en Europa" que Grecia fuera excluida temporalmente de la zona de Schengen.
El geógrafo y profesor de la Universidad París Ouest-Nanterre La Defensa, Guy Burgel, criticó el comportamiento de los europeos. "¿Qué deberíamos esperar de Grecia? ¿Que eche de nuevo al mar estos casos desesperados derivados de nuestra culpable inacción en Siria, Irak o Afganistán? ¿Que hunda estas embarcaciones improvisadas o que amontone a estas personas miserables antes de que lleguen a sus costas? ¿Que meta a los refugiados en campos de concentración para que se pudran lejos de la conmiseración o el remordimiento?" preguntó
De acuerdo con el diario griego Kathimerini, el cual citó "fuentes cercanas a Alexis Tsipras", la canciller alemana Angela Merkel indicó a su homólogo griego que aceptar las demandas europeas con respecto a las crisis de los refugiados podría facilitar "la comprensión" de los acreedores en la aplicación del memorando sobre la deuda griega.
Si el Consejo Europeo confirma una "grave negligencia" de Grecia en relación con sus obligaciones, Atenas tendrá tres meses para "remediar" el problema. Si persisten las fallas, Bruselas podría decidir autorizar la prolongación por dos años de los controles en las fronteras internas.
Esto permitiría a Alemania prolongar los controles en sus fronteras con Austria establecidos de nuevo en septiembre de 2015 pero que tendrían que ser suspendidos, de acuerdo con el código de las "fronteras de Schengen" al final de un máximo de ocho meses.
La maniobra contra Grecia podría tener como objetivo final que Alemania, la principal potencia europea, pueda evitar ubicarse como infractora de los códigos de Schengen, lo cual, según varios expertos en políticas europeas, sería un escenario catastrófico para la libre circulación en la zona.
