BEIJING, 2 feb (Xinhua) -- China ha anunciado hoy martes que rebajará los niveles mínimos de los pagos de entrada a los compradores de viviendas en la mayor parte de las ciudades, en un esfuerzo por dinamizar el mercado inmobiliario.
El Banco Popular de China (BPCh), el banco central, dijo que en las ciudades donde no había restricciones sobre la adquisión de inmuebles residenciales, el pago inicial para las primeras viviendas financiadas por préstamos de bancos comerciales se mantendrá a un mínimo del 25 por ciento "en principio", pero se podría bajar en hasta cinco puntos porcentuales.
Para quienes deseen comprar una segunda vivienda con préstamos comerciales pero tienen préstamos pendientes de su primera propiedad, el requisito del pago inicial se recortará a no menos del 30 por ciento desde el actual 40 por ciento.
El banco emisor dijo que los gobiernos locales de las mencionadas ciudades podrán decidir acerca del requisito de depósito exacto "en concordancia con sus propias condiciones", bajo la directriz del BPCh y de la Comisión Reguladora de la Banca de China.
En las ciudades donde las restricciones sobre la adquisión de residencias todavía están en vigor, las regulaciones sobre el pago de entrada se mantendrán en efecto, indicó el BPCh.
Beijing, Shanghai, Guangzhou, Shenzhen y Sanya son las cinco ciudades que quedan con restricciones sobre la adquisión de viviendas, que entraron en vigor en 2010 para contener la apreciación de los precios inmobiliarios.
Esta medida, el segundo ajuste adoptado en un plazo de cuatro meses, tiene como objetivo "apoyar el consumo razonable de viviendas" y promover el desarrollo sano y estable del mercado, sostuvieron el banco central y la comisión reguladora en un comunicado conjunto.
En septiembre, el pago de entrada mínimo para los compradores de primera residencia se rebajó al 25 por ciento desde el anterior 30 por ciento en las ciudades sin restricciones.
Zhu Zhenxin, analista de Minsheng Securities, dijo que los niveles mínimos del pago inicial se podrían bajar aún más y se podrían revelar otras políticas de apoyo al sector en los próximos dos o tres años.
El mercado inmobiliario de China registró una caída en 2014 a causa de la debilidad de la demanda y un exceso de oferta. Este enfriamiento continuó en 2015, con bajadas tanto de las ventas como de los precios y una desaceleración de la inversión, lo que afectó negativamente a su vez a industrias como las de la siderurgía, el cemento, los muebles y los electrodomésticos.
El país ha definido la reducción de su masivo inventario inmobiliario como una de las tareas económicas principales del año, ya que existen preocupaciones de que la caída del mercado de propiedades podría tener consecuencias graves sobre la economía, que ha registrado su tasa de crecimiento más lenta del último cuarto de siglo.
