Una mujer palestina y su hija, envuelto en una manta, sentarse junto al fuego, ya que hacen que el té en el interior de su vivienda durante una tormenta de invierno, en el sur de la ciudad de la Franja de Gaza de Khan Younis, el 25 de enero de 2016. (Xinhua / Khaled Omar)
GAZA, 29 ene (Xinhua) -- Con ansiedad, Jabber Qdieh observa la lluvia desde la pequeña ventana de la caravana de acero en un pueblo al sur de Gaza en donde él y su familia han pasado más de un año.
El adolescente de 13 años de edad teme que la lluvia se filtre en su refugio improvisado porque su familia no tendría ningún lugar para pasar la noche.
En los últimos días se han registrado intensas lluvias en la empobrecida Franja de Gaza. Decenas de caravanas, que albergan a las personas que como los Qdieh perdieron su casa durante la guerra de Israel contra Gaza en el verano de 2014, se encuentran bajo el agua.
Sufian Qdieh, padre del joven, dijo a Xinhua que su familia tiene 12 integrantes. "Hemos estado teniendo un clima terrible durante cinco días consecutivos. No podemos encontrar ningún otro refugio y el piso es nuestro colchón", dijo el hombre de edad mediana.
El hombre pasó las últimas cuatro noches luchando contra la lluvia y haciendo todo lo posible para evitar que el agua entre a la caravana. Además está muy preocupado por la seguridad de sus hijos. Este es el segundo invierno crudo que los Qdieh y otras familias padecen desde el fin de la ofensiva.
El hombre, desempleado, se queja de la lentitud de la reconstrucción en Gaza. "Nadie siente nuestro dolor ni lo que estamos padeciendo".
Cifras palestinas oficiales indican que 18.000 unidades habitacionales fueron completamente destruidas durante la ofensiva israelí y más de 30,000 viviendas resultaron parcialmente dañadas. La operación también provocó una severa destrucción de infraestructura en la Franja de Gaza.
Abu Rashed al-Najjar, otro residente del mismo pueblo, dijo a Xinhua que envió a sus hijos con familiares y amigos que se encuentran fuera del pueblo para evitar el riesgo de inundación.
"En el verano, la caravana se convierte en un horno y durante el invierno es un frío refrigerador lleno de agua de lluvia", dijo Al-Najjar. "Lo único que realmente queremos es acelerar el plan de construcción y reconstruir nuestra casa destruida".
Las intensas lluvias han mantenido a la mayoría de los habitantes de Gaza en sus refugios. Las escuelas suspendieron clases y las calles están casi vacías. Durante los difíciles días de invierno, no tienen más opción que quemar madera para calentarse.
Los equipos de rescate y ayuda de varias organizaciones de beneficencia y municipalidades locales no han podido ayudar a un gran número de niños y ancianos que necesitan ayuda en el enclave costero.
Pero hay más dificultades. Los apagones se han vuelto más frecuentes y las bombas para sacar el agua de las inundaciones no funcionan por falta de combustible.
La agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (Unrwa) anunció en una declaración oficial que proporcionó ayuda urgente a 500 familias en la Franja de Gaza para ayudarlas a enfrentar el mal clima.
Importantes funcionarios palestinos han acusado a Israel de restringir el envío de materiales de construcción a Gaza, una razón que detiene el avance de la reconstrucción, y advirtieron que más demoras generarán más sufrimiento en la población.
"Israel debe cesar esta política de imponer restricciones al envío de materiales de construcción a Gaza porque esto aplazará el plan de construcción y tendrá a la gente viviendo siempre en caravanas", dijo Ali Hayek, presidente de la asociación de empresarios palestinos.
En octubre de 2014, poco después de la guerra de Gaza, los donadores internacionales prometieron 5.400 millones de dólares para Palestina, la mayoría de los cuales fueron destinados a reconstruir Gaza. Sin embargo, de acuerdo con funcionarios palestinos, sólo el 30 por ciento de lo prometido ha sido de hecho entregado.