BRASILIA, 28 ene (Xinhua) -- La presidenta brasileña Dilma Rousseff abrió este jueves la primera reunión del Consejo de Desarrollo Económico y Social (CDES), un órgano consultivo del gobierno, desde donde llamó a todos los sectores del país a superar la crisis económica.
El CDES está integrado por ejecutivos de grandes empresas, representantes de las mayores centrales sindicales, organizaciones estudiantiles, movimientos sociales y personalidades, convocados para definir prioridades y estrategias con el fin de revertir el cuadro recesivo que atraviesa la mayor economía de Suramérica.
En su discurso, tras una serie de presentaciones sobre la situación fiscal y económica del país, Rousseff se refirió la situación del país como excepcional y pidió la participación de todos.
"Cuento con ustedes para debatir temas relevantes, en busca de convergencias que nos llevarán a propuestas política y socialmente ejecutables. Un foro de construcción de consensos en favor de Brasil independiente de posiciones políticas o partidarias de los que lo componen", afirmó.
Según la mandataria, el desafío del gobierno es perseverar en la disciplina fiscal y al mismo tiempo desarrollar políticas que promuevan el crecimiento y el empleo.
"Superada la fase más urgente del ajuste fiscal, tenemos la oportunidad de construir una agenda que disminuya las incertidumbres y establezca las bases para la vuelta del crecimiento, con distribución de renta, disminución de la pobreza y ampliación de las oportunidades para todos", señaló.
Rousseff aludió a la tensión política entre la base del gobierno y la oposición durante 2015, incluida la apertura de un juicio político en su contra, ante lo cual pidió la colaboración de todos los sectores para encontrar salidas a la crisis.
Subrayó que un país se construye con un "diálogo permanente y tolerante".
"Necesito del consejo y de sus ideas y propuestas para alcanzar aquella que es la mayor de las prioridades de mi gobierno y el mayor deseo de todo un pueblo, volver a crecer de forma sustentable para generar empleo y renta para nuestra población", afirmó.
Agregó que para garantizar la estabilidad fiscal de mediano y largo plazo será necesario realizar reformas en el gasto público.
"Queremos dar perennidad al equilibrio fiscal porque, de lo contrario, todo el sacrificio que se haga será nuevamente exigido dentro de pocos años", afirmó.
"Muchos pueden tener dudas e incluso oponerse a esas medidas, sobre todo a la CPMF. Pero les pido encarecidamente que reflexionen sobre la excepcionalidad del momento, que torna a la CPMF la mejor solución posible", agregó.
Apuntó que las medidas propuestas para estimular la economía son resultado de diagnósticos y de demandas presentadas por empresarios y trabajadores.
Resaltó que el año pasado Brasil obtuvo un superávit comercial superior a 19.000 millones de dólares y que las exportaciones crecieron en volumen 10 por ciento, ante lo cual señaló que el gobierno mantendrá una política comercial "agresiva" para abrir nuevos mercados.
La presidenta concluyó que la crisis "es muy dolorosa para ser desperdiciada", y debe ser entendida como un momento de oportunidades para construir "soluciones creativas y duraderas".