MONTEVIDEO, 27 ene (Xinhua) -- El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Paraguay hizo el miércoles un llamado a suprimir la figura del "criadazgo", práctica en la que niños y niñas son explotados laboralmente en casas particulares.
La Unicef expresó a través de un comunicado en Asunción, la capital paraguaya, "su pesar" por la muerte de una niña de 14 años, quien realizaba tareas domésticas en una casa del departamento de Caaguazú (este).
"Este triste suceso se suma a otros ocurridos anteriormente en el país, donde, pese a los esfuerzos de los organismos estatales y de la sociedad civil, persiste la práctica del criadazgo", señala Unicef.
Ese fenómeno pone a los menores en "condiciones que les impiden desarrollarse plenamente y disfrutar de su infancia", agregó el organismo.
"El trabajo infantil doméstico es una actividad prohibida en el país" y que, incluso, la ley de trabajo doméstico "prohíbe expresamente que una persona de menos de 18 años sea contratada para estos fines".
La agencia de la ONU recomendó "establecer normas para eliminar la práctica del criadazgo, incluyendo el fortalecimiento de las familias de origen para que puedan desempeñar plenamente su rol de crianza".
Según una encuesta oficial, casi 47.000 niños y adolescentes en Paraguay estaban en situación de "criadazgo" en 2011, lo cual representaba el 2,5 por ciento del total de la población infantil del país.
En el "criadazgo" los niños y adolescentes "están sometidos a largas jornadas de trabajo", por lo que suelen dejar de estudiar y luego no pueden "conseguir mejores ocupaciones en el futuro, impidiendo que superen su situación de pobreza", subrayó la Unicef.
"Muchos de ellos también caen en redes criminales que se dedican a buscar niños, niñas y adolescentes en las comunidades más alejadas con promesas de trabajos bien remunerados, pero terminan siendo explotados laboral y sexualmente, lejos de sus familias y del control de las autoridades", alertó el organismo.
El nivel de pobreza en Paraguay descendió a 22,6 por ciento en 2014, medida por ingresos, desde 23,8 por ciento en 2013, mientras la pobreza extrema registró un alza de cuatro décimas porcentuales hasta 10,5 por ciento.