Por Carlos Acat Koch
LIMA, 22 ene (Xinhua) -- Las expectativas de una magnitud fuerte del fenómeno climático "El Niño" en Perú para marzo próximo se redujeron de 35 a 15 por ciento, informó el Comité Multisectorial encargado del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (Enfen).
El doctor en Ciencias Atmosféricas del Instituto Geofísico del Perú (IGP), Ken Takahashi, señaló que las probabilidades de que se presente un Niño Costero débil son de 10 por ciento; las de un Niño Costero moderado son de 65 por ciento; Niño Costero fuerte de 15 por ciento, y Niño Costero extraordinario de 5 por ciento.
"Para Perú esto implica que si estas condiciones se mantienen hacia el verano, podría producir lluvias en la costa norte principalmente y quizás también el sur. También las condiciones cálidas en el Pacífico Central pueden afectar con menores lluvias en las partes altas de la sierra y en la amazonia", explicó Takahashi a Xinhua.
De acuerdo con el historial, cada fenómeno de "El Niño" es diferente y se espera, conforme a los estudios recabados, que en la costa peruana no será tan grave como los acontecidos en los bienios 1982-83 y 1997-98, no obstante se debe estar siempre alerta, indicó el científico.
La presencia de "El Niño" en el Pacífico Central modificará el régimen de lluvias y ya se aprecian los primeros atisbos de ello, como la aparición, casi sorpresiva, de una intensa precipitación pluvial de 12 horas en la norteña región costera de Tumbes y la escasez de precipitaciones en las zonas andinas y con posibilidades de sequías en el sur del país.
La Administración Nacional Océanica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) señaló que existe una probabilidad mayor de 90 por ciento de que "El Niño" continúe hasta el invierno del hemisferio norte y de 85 por ciento de probabilidad que persista hasta principios de la primavera (marzo 2016).
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) de Perú informó en agosto pasado que, de acuerdo con la cartografía global existe una semejanza marcada entre julio de 1997 y julio de 2015, respecto a las condiciones climatológicas y atmosféricas para ocurrencia de "El Niño" en Perú.
La mayor parte de centros metereológicos indican presencia del 80 por ciento para el otoño (marzo-junio) de este año.
"El Niño" tendrá efectos negativos y positivos en los sectores agropecuario, pesquero y manufacturero, así como afectaría la infraestructura vial, según el Ministro de Agricultura y Riego, Juan Benites.
"En positivo se puede tener aguas para la zona norte, que es árida, un desierto inmenso, y, entonces, vamos a tener reservorios llenos; campañas de agricultura muy buena; se recargan los acuíferos; la napa freática que hace muchos años no recibe lluvias se va a abastecer con un reservorio en el subsuelo", puntualizó Benites a Xinhua.
Aparecerán nuevas especies pelágicas (en alta mar), habrá una regeneración natural de bosques secos, más pasto natural para el ganado y disminuirán las heladas en la sierra central y norte, indicó.
En lo negativo, dijo, está la aceleración del retroceso glacial; pérdidas de tierras agrícolas; colmatación de reservorios; salinización de suelos; destrucción de infraestructura productiva y vías de comunicación.
También está la muerte o migración de especies de la flora y fauna; menor producción de productos como la patata (papa); incremento de enfermedades (cólera, malaria, infecciones estomacales, conjuntivitis); y desplazamiento de cardumen de anchoveta.
El escenario aún es incierto, hasta fines de enero, y, a partir de febrero los científicos reseñan que el "El Niño" puede atenuar el impacto de lluvias y deslizamientos de tierras y piedras.
En los meses previos, el Pacífico central presentó temperaturas elevadas y se reflejaron en la costa norte peruana, con anomalías de hasta 4 o 5 grados Celsius; estas anomalías han disminuido principalmente en diciembre pasado en la costa norte peruana.
En la costa peruana, en el sur por debajo de coordenada de 12 grados (de Lima hasta Tacna) está con valores dentro de los parámetros acostumbrados; pero hacia el norte, en zonas de Talara y Paita (región Piura) presentan anomalías de 3 o 4 grados más sobre los 22 grados Celsius, que es lo normal.
Eso se debe a las ondas Kelvin que llegan del Pacífico ecuatorial a la costa sudamericana, dijo a Xinhua el funcionario del Instituto del Mar Peruano (Imarpe), Ingeniero Octavio Morón.
"Esto todavía se va a mantener por todo el verano de 2016 (hasta marzo) en el hemisferio sur; se van a mantener las anomalías porque hay en proyección, actualmente, otra onda Kelvin, que debe estar arribando (a la costa norte peruana) en enero. Esto nos trae algunas anomalías de 3 o 4 grados", añadió.
Para prevenir los daños que puede ocasionar "El Niño", el gobierno peruano, dentro de un plan de acción multisectorial y con los gobiernos regionales y municipales, invirtió unos 4.500 millones de soles (unos 1.500 millones de dólares) desde mediados del año pasado.
Estos recursos se ejecutarán en diversas tareas, entre ellas la descolmatación y el reforzamiento de las riberas de los ríos y los puentes, la rehabilitación de vías terrestres y la creación reservorios de agua, hospitales de campaña y compra de medicamentos para enfrentar enfermedades como la malaria, dengue, zika y broncopulmonares.
También incluye programas de emergencia post "El Niño", a través de fondos de contingencia.
El gobierno también prevé otorgar el Seguro Agrario Catastrófico (SAC) a poblaciones campesinas rurales, con el fin de cubrir las campañas agrícolas 2015/16 y 2016/17, que en una primera etapa da cobertura a 550.000 hectáreas de cultivo de ocho regiones de extrema pobreza.
Estas medidas preventivas, incluidos los simulacros, buscan evitar pérdidas económicas como las que dejó "El Niño" en los periodos 1982-83 y 1997-98, que sumaron 3.200 millones de dólares y 3.500 millones de dólares, respectivamente.
De darse un fenómeno similar al de 1997-98, los analistas pronostican que la economía peruana puede crecer este año 1,2 por ciento, es decir por debajo de lo proyectado (entre 3 y 4 por ciento), a lo cual se suma la desaceleración económica, la incertidumbre de la economía internacional y los bajos precios de los principales "commodities" (materias primas).
Perú muestra una gran vulnerabilidad ante las variaciones climáticas drásticas, como episodios extremos de lluvia y las altas temperaturas asociadas a "El Niño", la naturaleza es impredecible, razón por la cual el gobierno puso en marcha el Centro de Operaciones.
En este Centro de Operaciones, que funciona de manera permanente en la sede del Ministerio de Defensa en Lima, participan diversos ministerios, más de 30 instituciones como el Imarpe, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología, la Dirección General de Hidrografía y el IGP, con el fin de observar y evaluar la situación océano-atmosférica.