BOGOTA, 18 ene (Xinhua) -- El ministro de Defensa colombiano, Luis Carlos Villegas, se reunió el lunes con Eamon Gilmore, enviado especial de la Unión Europea (UE) para el proceso de paz en Colombia, y con Ana Paula Zacarías, embajadora del bloque europeo en Colombia, quienes reiteraron el respaldo de los gobiernos del continente viejo al proceso de paz que busca poner fin a 50 años de conflicto armado en este país sudamericano.
Villegas explicó que durante la reunión los representantes de la UE aseguraron que también la opinión pública respalda el proceso que adelanta el gobierno del presidente Juan Manuel Santos con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) desde hace tres años y que se espera culmine este año con la firma de un acuerdo definitivo.
"Estuvimos haciendo un repaso de los avances del proceso, del apoyo que se requiere también para el papel de la Fuerza Pública, no sólo en esta última etapa de la negociación, sino una vez los acuerdos sean firmados, arranque el posconflicto", precisó.
Villegas destacó además que Colombia debe tener unas fuerzas armadas que garanticen la seguridad de los colombianos, incluidos los desmovilizados frente a las amenazas que de todas maneras quedarán durante el posconflicto y que son entendidas por la comunidad internacional.
"Esta ha sido una conversación muy importante que hace parte de otras que hará el enviado especial de la Unión Europea para el proceso de paz en Colombia, y que tiene que ver directamente con el compromiso de la Unión Europea con el proceso de paz de nuestro país", concluyó.
Durante la reunión se habló sobre la ayuda internacional en el posconflicto en temas de justicia, desminado humanitario, infraestructura, capacitación a comunidades y a servidores públicos que estarán a cargo de la etapa posterior a los acuerdos.
El gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC adelantan un proceso de paz que se espera ponga fin a cinco décadas de guerra interna que ha dejado alrededor de siete millones de víctimas, entre ellas más de 200.000 muertos.