BEIJING, 14 ene (Xinhua) -- Dormir sobre un tapete de hierba fresca para evadir el calor del verano era un placer disfrutado por los chinos hace 7.000 años.
Un equipo de científicos ha identificado un tapete de casi 7.000 años de antigüedad, descubierto en el este de China, que ofrece una oportunidad extraordinaria de conocer una etapa muy temprana de la fabricación de textiles de la civilización.
Objetos como canastas tejidas de plantas están entre las tecnologías humanas más antiguas. Se cree que su origen está relacionado con el surgimiento de la agricultura, lo que provocó la necesidad de contenedores para granos y semillas. Sin embargo, la falta de artículos de supervivencia ha obstaculizado por mucho tiempo los estudios.
De acuerdo con un artículo publicado en la revista "Scientific Reports", Zhang Jianping y sus colegas calculan que los restos de un tapete tejido desenterrado en un asentamiento neolítico en Tianluoshan, provincia de Zhejiang, datan de hace 6.645 ó 6.775 años. Eso lo convierte en el objeto tejido más antiguo descubierto en China.
El objeto es 2.000 años más antiguo que los textiles de seda de Qianshanyang en la provincia de Zhejiang y 1.000 años más que la tela Kudzu de Caoxieshan, en la provincia de Jiangsu, señala el artículo.
La pieza textil amarilla tiene 50 centímetros (cm) de largo, entre 20 y 40 cm de ancho con un espesor de 0,2 cm. A juzgar por su forma plana y porque no se encontraron residuos de granos en él, probablemente era más utilizado como un tapete, en lugar de como contenedor de alimentos, dijo a Xinhua Zhang Jianping de la Academia de Ciencias de China.
"Lo que creemos es que nuestros ancestros lo usaban como una manta o sábana", dijo Zhang. "Su uso exacto está abierto a la discusión".
Al examinar sus fitolitos (una estructura microscópica en las plantas podridas), el equipo de Zhang concluyó que el tapete estaba hecho de caña en lugar de bambú o junco, usadas comúnmente en los tapetes de la China antigua y moderna.
Los artículos hechos de plantas tienden a descomponerse luego de ser enterrados, lo que explica por qué muchos tejidos antiguos sólo son identificados por sus impresiones en otros artículos. Zhang indicó que por suerte el tapete estaba colocado en un ambiente libre de oxígeno lleno con agua subterránea, lo que le permitió conservarse.
El estudio puede ayudar a explicar cómo la caña y otras plantas se tejían en la vida diaria de los predecesores chinos hace 7.000 años, y ofrece un nuevo enfoque para identificar los tejidos antiguos, añadió Zhang.