BEIJING, 6 ene (Xinhua) -- La República Popular Democrática de Corea (RPDC) anunció el miércoles que ha llevado a cabo con éxito su primera prueba de una bomba de hidrógeno.
El movimiento es sumamente desafortunado. Se trata de una violación de las resoluciones de la ONU y un golpe al proceso de la desnuclearización de la Península Coreana.
Asimismo, la prueba nuclear, cuarta de su tipo llevada a cabo por Pyongyang, ha apartado aún más cualquier solución viable al asunto de la Península Coreana y ha impuesto más incertidumbre a la seguridad regional.
Convertir al noreste de Asia en un polvorín no beneficia a nadie en esta zona, ni a la propia RPDC, que ha prometido impulsar el desarrollo económico.
Por otra parte, el desafío de la RPDC está profundamente arraigado en su fuerte sentido de inseguridad tras muchos años de hostilidad con Estados Unidos, cuya estrategia de "pivotar hacia Asia" aparece como una demostración de fuerza.
Sin embargo, para mantener la seguridad y lograr una paz duradera en la región es necesario que todas y cada una de las partes se abstengan de realizar movimientos unilaterales que puedan provocar e intensificar las tensiones.
A la larga, el diálogo y las negociaciones seguirán siendo la única manera óptima para eliminar la sospecha profundamente enraizada entre algunas partes y resolver finalmente el punto muerto de varias décadas en la Península Coreana.
Como China ha recomendado repetidamente, las conversaciones a seis bandas todavía siguen siendo el camino más prometedor para salir de la situación en la que se encuentra la región.
Es el momento adecuado para que todas las partes concernientes consideren y actúen racionalmente a fin de crear condiciones favorables para una pronta restauración del mecanismo que se estancó hace mucho tiempo.