Existe una brecha amplia en la financiación de infraestructuras en Asia. El BAD invirtió alrededor de ocho billones de dólares en este campo entre 2010 y 2020.
Mientras que tanto el BAD como el Banco Mundial se centran en un amplio rango de programas de desarrollo, que incluyen la agricultura, la educación y la igualdad de género, el BAII se enfocará sólo en la infraestructura. El Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el BAD acogieron con agrado la iniciativa del BAII y ven margen para la colaboración.
Con un capital autorizado de 100.000 millones de dólares, el BAII priorizará inicialmente la inversión en la energía, la generación eléctrica, el transporte, la infraestructura rural, la protección ambiental y la logística. Se espera que ofrezca préstamos para el primer grupo de proyectos a mediados de 2016.