ESPECIAL FIN DE AÑO: El complejo panorama económico de América Latina para 2016

Spanish.xinhuanet.com   2015-12-23 11:36:15

Por Omar Mendoza

SANTIAGO, 22 dic (Xinhua) -- La economía de la región de América Latina y el Caribe crecerá a un ritmo del 0,2 por ciento en 2016 a causa del desempeño relativamente lento de la economía mundial, lo que requerirá, a juicio de los expertos, políticas fiscales activas y fomento de las inversiones y el comercio, entre otras medidas.

"Este año fue el más difícil para América Latina y vemos un 2016 un poquito más optimista, no diríamos de grandes recuperaciones pero un poco mejor que el 2015, y sin duda un 2017 mucho más pleno e iluminado", comentó la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica de la ONU para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena.

Las economías de la región tendrán un retroceso del 0,4 por ciento de promedio en 2015, según las últimas proyecciones difundidas el 17 de diciembre por la CEPAL.

De acuerdo con Bárcena, "en 2016, el sector externo sigue siendo muy complejo, la dinámica de precios de las materias primas va a seguir afectando negativamente a América del Sur y positivamente a Centroamérica y el Caribe".

Explicó que, en el contexto actual, adquieren relevancia las políticas fiscales activas y "ajustes inteligentes", así como "potenciar" la promoción de inversiones y el financiamiento del gasto social, y reducir la inflación y la elusión de impuestos, con el fin de enfrentar "diversos escenarios y riesgos de la economía mundial".

Para el nuevo año, se prevé un crecimiento mundial del 2,9 por ciento, estimándose que las economías emergentes alcanzarán el 4,3 por ciento (frente al 3,8 por ciento de 2015) y las desarrolladas hasta un 2,2 por ciento de promedio.

Según la CEPAL, hay que "retomar el crecimiento y revertir el ciclo contractivo de la inversión en un contexto de lenta recuperación mundial y caída en el comercio".

El bajo crecimiento confirma que ha finalizado el llamado "superciclo de las materias primas" y ha estado marcado por las menores exportaciones y las caídas de sus precios.

El año que toca a su fin se caracterizó por la desaceleración de las economías emergentes, que sólo registraron una expansión del 3,8 por ciento.

Por primera vez desde 1990, China tuvo un crecimiento inferior al 7 por ciento, producto de la debilidad de la economía mundial a partir del 2013, así como de la reestructuración de su modelo de desarrollo, un proceso denominado "una nueva normalidad" que busca un crecimiento sostenible basado en el consumo.

Esta profunda transformación socioeconómica del gigante asiático implica retos para la región latinoamericana, pero también enormes oportunidades, de acuerdo con los especialistas.

Con el fin de ser más competitiva ante China, la región debe diversificar su estructura productiva con políticas de desarrollo innovadoras, lo cual beneficiaría a ambas partes.

En 2016, revertir el bajo crecimiento con un repunte sustancial representa el mayor gran desafío para América Latina, debido al estancamiento y al poco margen de maniobra que tienen los gobiernos para buscar una salida.

Estados Unidos ha crecido el último año, lo que provocó la primera subida de las tasas de interés en ese país desde que comenzara la crisis en 2008.

La medida tendrá impactos más allá de sus fronteras y, según los expertos, requerirá que los gobiernos de la región promuevan flujos de dinero fresco hacia ella y la estabilidad de sus monedas, ante la posibilidad de que, en el segundo semestre de 2016, se intensifiquen las turbulencias financieras.

Los bancos centrales de la región podrían también subir las tasas porque, en la práctica, los mayores tipos de interés en Estados Unidos reducirían los flujos de dinero que los inversores destinan a los mercados emergentes, como los latinoamericanos.

En la nueva coyuntura, el espacio para adoptar políticas tendientes a reanimar el crecimiento de la región se está limitando y los gobiernos tendrán que implantar medidas monetarias y fiscales, como ajustar el gasto público, usar las tasas de cambio para estimular la economía y controlar la inflación.

Se prevé que se produzcan nuevas caídas en el consumo, se revierta la tendencia a la reducción del desempleo y haya un deterioro en el empleo.

Actualmente, se mantienen las incertidumbres sobre la expansión de la economía global, sobre todo por el bajo crecimiento del comercio, el cual registró un 1,5 por ciento de crecimiento en 2015, la cifra más baja desde la crisis internacional de 2008 desatada en EEUU.

Para 2016, no está prevista una recuperación de los precios de los productos básicos de la región.

Los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) han aumentado sus cuotas de producción y se espera que el exceso de oferta de crudo se eleve tras el levantamiento de las sanciones occidentales a Irán, manteniendo a la baja su precio.

Igualmente, se pronostica que los precios en los mercados de metales sigan bajando.

En cuanto a los productos agrícolas, a finales de 2015 seguía creciendo la producción pese a los efectos de El Niño, lo cual ha influido en la caída de los precios. En este sentido, el cambio de modelo económico de China resulta favorable a causa de sus mayores importaciones.

  
FOTOS  >>
VIDEO  >>
  TEMAS ESPECIALES  >>
II Conferencia Mundial de Internet
FIN DE 2015
Xinhuanet

ESPECIAL FIN DE AÑO: El complejo panorama económico de América Latina para 2016

Spanish.xinhuanet.com 2015-12-23 11:36:15

Por Omar Mendoza

SANTIAGO, 22 dic (Xinhua) -- La economía de la región de América Latina y el Caribe crecerá a un ritmo del 0,2 por ciento en 2016 a causa del desempeño relativamente lento de la economía mundial, lo que requerirá, a juicio de los expertos, políticas fiscales activas y fomento de las inversiones y el comercio, entre otras medidas.

"Este año fue el más difícil para América Latina y vemos un 2016 un poquito más optimista, no diríamos de grandes recuperaciones pero un poco mejor que el 2015, y sin duda un 2017 mucho más pleno e iluminado", comentó la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica de la ONU para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena.

Las economías de la región tendrán un retroceso del 0,4 por ciento de promedio en 2015, según las últimas proyecciones difundidas el 17 de diciembre por la CEPAL.

De acuerdo con Bárcena, "en 2016, el sector externo sigue siendo muy complejo, la dinámica de precios de las materias primas va a seguir afectando negativamente a América del Sur y positivamente a Centroamérica y el Caribe".

Explicó que, en el contexto actual, adquieren relevancia las políticas fiscales activas y "ajustes inteligentes", así como "potenciar" la promoción de inversiones y el financiamiento del gasto social, y reducir la inflación y la elusión de impuestos, con el fin de enfrentar "diversos escenarios y riesgos de la economía mundial".

Para el nuevo año, se prevé un crecimiento mundial del 2,9 por ciento, estimándose que las economías emergentes alcanzarán el 4,3 por ciento (frente al 3,8 por ciento de 2015) y las desarrolladas hasta un 2,2 por ciento de promedio.

Según la CEPAL, hay que "retomar el crecimiento y revertir el ciclo contractivo de la inversión en un contexto de lenta recuperación mundial y caída en el comercio".

El bajo crecimiento confirma que ha finalizado el llamado "superciclo de las materias primas" y ha estado marcado por las menores exportaciones y las caídas de sus precios.

El año que toca a su fin se caracterizó por la desaceleración de las economías emergentes, que sólo registraron una expansión del 3,8 por ciento.

Por primera vez desde 1990, China tuvo un crecimiento inferior al 7 por ciento, producto de la debilidad de la economía mundial a partir del 2013, así como de la reestructuración de su modelo de desarrollo, un proceso denominado "una nueva normalidad" que busca un crecimiento sostenible basado en el consumo.

Esta profunda transformación socioeconómica del gigante asiático implica retos para la región latinoamericana, pero también enormes oportunidades, de acuerdo con los especialistas.

Con el fin de ser más competitiva ante China, la región debe diversificar su estructura productiva con políticas de desarrollo innovadoras, lo cual beneficiaría a ambas partes.

En 2016, revertir el bajo crecimiento con un repunte sustancial representa el mayor gran desafío para América Latina, debido al estancamiento y al poco margen de maniobra que tienen los gobiernos para buscar una salida.

Estados Unidos ha crecido el último año, lo que provocó la primera subida de las tasas de interés en ese país desde que comenzara la crisis en 2008.

La medida tendrá impactos más allá de sus fronteras y, según los expertos, requerirá que los gobiernos de la región promuevan flujos de dinero fresco hacia ella y la estabilidad de sus monedas, ante la posibilidad de que, en el segundo semestre de 2016, se intensifiquen las turbulencias financieras.

Los bancos centrales de la región podrían también subir las tasas porque, en la práctica, los mayores tipos de interés en Estados Unidos reducirían los flujos de dinero que los inversores destinan a los mercados emergentes, como los latinoamericanos.

En la nueva coyuntura, el espacio para adoptar políticas tendientes a reanimar el crecimiento de la región se está limitando y los gobiernos tendrán que implantar medidas monetarias y fiscales, como ajustar el gasto público, usar las tasas de cambio para estimular la economía y controlar la inflación.

Se prevé que se produzcan nuevas caídas en el consumo, se revierta la tendencia a la reducción del desempleo y haya un deterioro en el empleo.

Actualmente, se mantienen las incertidumbres sobre la expansión de la economía global, sobre todo por el bajo crecimiento del comercio, el cual registró un 1,5 por ciento de crecimiento en 2015, la cifra más baja desde la crisis internacional de 2008 desatada en EEUU.

Para 2016, no está prevista una recuperación de los precios de los productos básicos de la región.

Los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) han aumentado sus cuotas de producción y se espera que el exceso de oferta de crudo se eleve tras el levantamiento de las sanciones occidentales a Irán, manteniendo a la baja su precio.

Igualmente, se pronostica que los precios en los mercados de metales sigan bajando.

En cuanto a los productos agrícolas, a finales de 2015 seguía creciendo la producción pese a los efectos de El Niño, lo cual ha influido en la caída de los precios. En este sentido, el cambio de modelo económico de China resulta favorable a causa de sus mayores importaciones.

010020070760000000000000011100001349442201