Por Zhu Junqing
BEIJING, 22 dic (Xinhua) -- En contraste con los esfuerzos globales por la recuperación económica y la situación en deterioro en algunos mercados emergentes en 2015, la economía de China sigue siendo un fuerte motor para la economía mundial.
Aunque la economía china se ha reposicionado en una "nueva normalidad" de crecimiento más saludable y lento, ésta continúa creando oportunidades de desarrollo para el mundo.
En la cumbre del G20 celebrada en la ciudad turca de Antalya, el presidente chino, Xi Jinping, dijo que a pesar de la reciente desaceleración, China todavía ha contribuido un 30 por ciento al crecimiento económico global, lo que significa que China es todavía un motor principal de la economía mundial.
Se prevé que la segunda mayor economía del mundo crezca aproximadamente un 7 por ciento este año, y continúe contribuyendo hasta con un tercio del crecimiento global, dijo Xi.
La confianza de China proviene de su determinación y sus acciones para profundizar de manera integral las reformas y fortalecer el dinamismo económico interno, y de la orientación normativa para construir una "sociedad moderadamente próspera" y duplicar, antes de 2020, el PIB y la renta per cápita urbana y rural de 2010.
"NUEVA NORMALIDAD" RAZONABLE Y BENEFICIOSA
Como otras economías, la economía china experimenta diferentes fases en su ciclo de desarrollo. Está ahora cambiando su enfoque hacia el consumo y las industrias de servicios, desde industrias pesadas y contaminantes y la manufactura, a través de complejas reformas.
Un resultado natural de la transición es un crecimiento más bajo pero sostenible y equilibrado.
"El cambio es racional y necesario, y es una pronta solución en el contexto de un mundo que acaba de superar una crisis y lleva en un proceso de reestructuración y recuperación desde 2013", dijo Can Van Luc, vicepresidente del Banco para la Inversión y el Desarrollo de Vietnam.
Steven Barnett, exdirector de la División China del Departamento de Asia-Pacífico en el Fondo Monetario Internacional (FMI), dijo que la "nueva normalidad" de la economía china es buena tanto para China como para el mundo.
"Incluso con una tasa de crecimiento del 6 por ciento, la contribución de China a la economía global es bastante similar a cómo era antes", dijo.
Charles Collyns, director gerente y economista en jefe del Instituto de de Finanzas Internacionales en Washington, dijo que "sería mejor para China permitir un crecimiento algo más bajo del PIB, y hacer progresos en los problemas que presenta la transición hacia una economía más orientada al mercado y menos dependiente de la inversión crediticia".
"La clave es asegurarse de que China está involucrada a nivel global. Por esto creo que la inclusión del RMB (la moneda china) en los DEG (Derechos Especiales de Giro del FMI) es un paso importante, porque deja muy claro que China es parte de la arquitectura financiera global", dijo.
Alberto Ades, codirector del centro global de investigación económica de Merrill Lynch en Nueva York, dijo que "con la economía china ralentizándose, la composición de las actividades económicas está cambiando: la manufactura y la construcción están desacelerando, mientras que el sector de servicios está creciendo bastante bien".
"Es importante para China y también para los países que comercian con China. Los beneficiaros de ciclo renovado de China serán Estados Unidos, los países de la Unión Europea y de Asia", dijo.
Luc afirmó que "en los últimos dos años, aunque el crecimiento de la economía china se ha ralentizado, las relaciones comerciales Vietnam-China han mantenido un buen crecimiento con un aumento medio de un 14 por ciento interanual".
La cooperación sino-africana también puede ser un ejemplo de la situación de ganar-ganar. Bajo la "nueva normalidad" económica, China prioriza el sector de manufactura en su cooperación industrial con Africa para ayudar al continente a romper con su legado colonial de ser un exportador de materias primas, y convertirse en un exportador de servicios y productos acabados.
El gobierno chino también ha establecido unos 900 programas de asistencia en Africa cubriendo campos como agricultura, sanidad y educación, entre otros, y ofreciendo capacitación a más de 30.000 habitantes locales desde 2012. (Continúa)
