NUEVOS ESFUERZOS EN ARAS DEL DESARROLLO COMUN
Mientras la economía mundial luchaba por recuperarse, China ha trabajado con vigor para responder a los retos proponiendo y fomentando nuevas iniciativas.
Estas propuestas han inyectado un ímpetu renovado a la economía mundial.
Entre las más visibles, las iniciativas de la Franja Económica de la Ruta de la Seda y la Ruta de la Seda Marítima del Siglo XXI, así como el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (BAII) y el Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica).
El proyecto de la Franja y la Ruta, presentado por Xi durante sus visitas al extranjero en 2013 y cuyo propósito es conectar Asia, Europa y Africa de forma más estrecha, ha recibido una cálida respuesta y la participación activa de más de 60 naciones y organizaciones internacionales.
"Es una iniciativa muy importante", apuntó Pieter P. Bottelier, profesor adjunto de estudios sobre China de la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad John Hopkins.
Según explicó, "primero se proporciona infraestructura y luego llega el desarrollo. Sin infraestructura no puede lograrse un desarrollo sostenible".
En este sentido, puntualizó que China tiene un vasto capital y "mucha experiencia en construcción de infraestructuras, no sólo carreteras o puentes, sino también equipamientos, especialmente para trenes de alta velocidad y ordinarios".
En la cumbre de APEC celebrada en Filipinas en noviembre, el presidente chino dijo que "a través de la ejecución de la Franja y la Ruta, caminaremos hacia una cooperación regional aún más amplia, profunda y sofisticada, y de forma conjunta forjaremos un marco regional de colaboración abierta, inclusiva, equilibrada y mutuamente beneficiosa".
Collyns afirmó que "es sin duda adecuado que China incremente su papel como proveedor de capital en áreas claves".
"Incrementar la inversión en infraestructuras en Asia es un objetivo muy importante. Esto beneficiará no sólo a China sino también a países vecinos que necesitan más inversiones en infraestructuras para crecer", apuntó.
Para impulsar el proyecto, China ha establecido y puesto en funcionamiento el Fondo de la Ruta de la Seda y está trabajando con ahínco para preparar el lanzamiento del BAII.
Desde que se creó en diciembre de 2014, el fondo, con un capital de 40.000 millones de dólares, ha invertido en un abanico de proyectos, como una estación hidroeléctrica en Pakistán o la adquisición del fabricante italiano de neumáticos Pirelli por parte de la Corporación Química Nacional China.
El BAII, destinado a contribuir a financiar la construcción de infraestructuras en los países asiáticos, ha atraído a más de 50 naciones, entre ellas algunas de las principales economías industrializadas como Reino Unido, Francia y Alemania. Tiene previsto comenzar a funcionar en enero de 2016.
"El BAII es una iniciativa muy buena. Creo que EEUU cometió un gran error al quedarse fuera. Considero que, con el tiempo, puede convertirse en un instrumento multilateral de desarrrollo muy valioso", anotó Bottelier.
PERSPECTIVA OPTIMISTA
A corto plazo, China va a continuar impulsando la economía mundial pues "Estados Unidos, Japón y Europa se han quedado sin munición", reflexionó Xie Dongming, analista del banco de Singapur OCBC, en referencia a que esos países aún tiene tasas cero de interés o han aprobado políticas monetarias de distensión cuantitativa.
Entre tanto, Luc aseguró que China tiene sólidos recursos con abundantes reservas extranjeras, un déficit presupuestario modesto y una deuda pública baja.
"Por eso, hay espacio para que China relaje sus políticas monetarias y financieras, como una bajada de los tipos de interés o de las reservas mínimas exigidas", puntualizó.
Además, al estar China determinada a cambiar su modelo hacia un crecimiento innovador, coordinado, verde, abierto y compartido, se espera que consiga un desarrollo sustentable y un crecimiento equilibrado, algo positivo para todo el mundo.
El decimotercer Plan Quinquenal, un plan de acción para el desarrollo chino de 2016 a 2020, menciona de forma clara la innovación como uno de los motores del crecimiento centrado en la calidad y la eficacia.
Según Collyns, "una tasa de crecimiento en torno al 5 o el 6 por ciento en los próximos cinco años es plenamente alcanzable y será coherente con el objetivo de crear empleos para los trabajadores chinos y mejorar el medio ambiente con recursos naturales más sustentables".
"China continuará creciendo muy rápido en relación al resto del mundo", afirmó.
Por su parte, Gu Qingyang, profesor asociado de la Escuela Lee Kuan Yew de Política Pública de la Universiadd Nacional de Singapur, dijo que el discurso de Xi en la cumbre de APEC evidenció la resolución de China a continuar abiréndose, lo que reforzará su papel como locomotora de la economía mundial.
Xi subrayó que China está trabajado para construir una economía abierta nueva con un nivel mayor de apertura, y que está comprometida con un regionalismo abierto y una coordinación política con los países de la región y más allá de ella.
"La prosperidad de China es importante para la economía mundial", apuntó Robert Hormats, vicepresidente de Kissinger Associates. "Una economía china más dirigida por el mercado es algo bueno para la perspectiva mundial", culminó. Fin