WASHINGTON, 18 dic (Xinhua) -- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo hoy que tratará de trabajar con el Congreso controlado por los republicanos antes de decir alguna cosa sobre el uso de la autoridad ejecutiva para cerrar el centro de detención de Guantánamo.
Durante la conferencia de prensa de fin de año, Obama dejó de lado por el momento la posibilidad de usar la autoridad ejecutiva para cerrar de forma unilateral la prisión de Guantánamo y dijo que primero tratará de convencer al Congreso para que apruebe un plan del Pentágono que hasta ahora no ha sido presentado ante el Congreso.
"No voy a asumir automáticamente que el Congreso dirá no", dijo Obama antes de reconocer que se espera una "resistencia significativa" del Congreso.
"Pero considero que podemos presentar argumentos muy sólidos", dijo Obama. "Y esperaremos hasta que el Congreso diga definitivamente no a un plan bien meditado con números incluidos para decir cualquier cosa definitiva sobre mi autoridad ejecutiva".
Obama dijo además que espera que la población en la prisión de Guantánamo baje a menos de 100 para principios de 2016.
"Seguiremos reduciendo de forma constante la población", indicó Obama.
Al acercarse el fin de la presidencia de Obama, la posibilidad de cerrar Guantánamo, una promesa de campaña de Obama en 2008, se reduce.
Actualmente hay 112 detenidos en Guantánamo, de los cuales 53 son elegibles para ser transferidos a otros países. Para cerrar el centro, la administración Obama ha buscado durante mucho tiempo llevar al resto de los prisioneros a una instalación en Estados Unidos, pero no lo ha logrado.
De acuerdo con la ley estadounidense actual, sin el consentimiento del Congreso, la Casa Blanca no puede gastar dinero en el traslado de los detenidos al territorio del país.
El esperado plan del Pentágono representaría un esfuerzo de último momento por parte de la administración Obama para convencer a los opositores en el Congreso de permitir la transferencia a territorio estadounidense de decenas de presos en Guantánamo.
Los presos en Guantánamo fueron capturados y detenidos durante la campaña de Estados Unidos contra el terrorismo tras los ataques del 11 de septiembre.
La Casa Blanca indicó con anterioridad que Obama podría intentar eludir el Congreso si se negaba a aprobar el plan del Pentágono.