En la resolución también se reconoció que el terrorismo representa una amenaza a la paz y seguridad internacionales y que combatir esta amenaza requiere esfuerzos conjuntos a nivel nacional, regional e internacional con base en el respeto del derecho internacional y de la Carta de las Naciones Unidas.
El Consejo de Seguridad reafirmó que "el terrorismo no puede ni debe asociarse con ninguna religión, nacionalidad o civilización", añadió la resolución.
En la resolución se pide a los Estados miembros actuar de manera más vigorosa y decidida para interrumpir el flujo de fondos y otros activos financieros y recursos económicos para individuos y entidades en la Lista de Sanciones contra EIIL (Daesh) y Al Qaeda.