BEIJING, 12 dic (Xinhua) -- Mientras los líderes mundiales realizan este sábado esfuerzos de último minuto para sellar un poderoso acuerdo en París, China reafirma ante el mundo su gran contribución a la campaña global contra el cambio climático con esfuerzos tangibles y conscientes, así como con un solemne compromiso.
China, como un país en vías de desarrollo responsable, se ha esforzado al máximo para contribuir a la lucha mundial contra el cambio climático.
En la inauguración de la Conferencia Climática de París, el presidente chino, Xi Jinping, reiteró el compromiso realizado en junio por China de reducir sus emisiones de carbono por unidad del Producto Interno Bruto (PIB) en 60-65 por ciento para 2030, tomando como base los niveles de 2005, e incrementar las fuentes de combustible no fósiles en el consumo primario de energía en alrededor del 20 por ciento y alcanzar su pico de emisiones de carbono para la misma fecha.
El anuncio de las metas para 2030 refleja la resolución de China de seguir el camino del desarrollo ecológico y de bajo nivel de carbono, única elección posible para China si desea materializar el desarrollo sostenible.
De hecho, China es sumamente consciente cuando se trata de la lucha contra el cambio climático.
Con una gran población, China enfrenta una creciente limitación de recursos, una grave contaminación ambiental y un deterioro del ecosistema, en tanto sus ciudadanos son cada vez más conscientes de los problemas medioambientales.
Al sufrir problemas medioambientales y reconocer como crucial el cambio de su modo de crecimiento económico, el país asiático tiene mucho en juego si el tema del cambio climático fuera desatendido.
Tal y como han destacado observadores, para la China actual, combatir el cambio climático "no responde a la petición de otros, sino que tiene que ver con su propia iniciativa".
En realidad, los esfuerzos contra el cambio climático ya están integrados en los programas del desarrollo económico y social de China a mediano y largo plazos, y la labor en materia ecológica tiene un gran peso en el XIII Plan Quinquenal (2016-2020) de China.
Sobre la base de la innovación tecnológica e institucional, China adoptará nuevas medidas políticas para mejorar la combinación industrial, construir un sistema de bajo carbono, desarrollar construcciones ecológicas y transporte de bajo carbono, así como establecer un mercado nacional de comercio de emisiones de carbono, declaró Xi.
Aunque es y será un país en vías de desarrollo durante un largo tiempo, China ha participado activamente en la campaña global contra el cambio climático, liderando ahora al mundo en cuanto a la conservación energética y el uso de energías nuevas y renovables.
Sin embargo, los derechos de desarrollo de China necesitan ser respetados. Es injusto exagerar la posición de China como uno de los principales emisores globales de gas de efecto invernadero y cargarle las mayores responsabilidades en la lucha global contra el cambio climático.
Cabe señalar que las emisiones per cápita de gases de efecto invernadero de China son muy inferiores que la de los países desarrollados, especialmente Estados Unidos, aunque la rápida expansión económica y su base poblacional lo conviertan en unos de los mayores productores de dichos gases.
Como destacara Xi en la conferencia de París, resulta necesario acomodar las condiciones nacionales de los diversos países y hacer hincapié en los resultados prácticos al tratar la lucha contra el cambio climático, y continuar con la adhesión al principio de "responsabilidades comunes pero diferenciadas", en lugar de dejarlo como algo obsoleto.
Durante la visita de Estado de Xi a EEUU en septiembre, China y EEUU emitieron un segundo comunicado conjunto sobre el cambio climático, tras el de noviembre de 2014, demostrando que las dos máximas economías mundiales trabajarán conjuntamente para enfrentar este desafío global.
Para demostrar su gran determinación, Beijing también anunció en septiembre el establecimiento de un fondo independiente de Cooperación Sur-Sur por valor de 20 mil millones de RMB (3.100 millones de dólares estadounidenses) para ayudar a los países en vías de desarrollo afectados por el calentamiento global.
Mientras China cumple seriamente sus compromisos políticos, los países desarrollados deben dejar de cuestionar y señalar el compromiso chino de combatir el cambio climático, y comenzar a asumir sus propias responsabilidades.