BUENOS AIRES, 3 dic (Xinhua) -- La justicia de Estados Unidos ordenó hoy la captura de dos ex dirigentes del fútbol argentino, como parte de la causa que investiga actos de corrupción en la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA).
Se trata de José Luis Meiszner, ex presidente del club Quilmes y ex secretario de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), y de Eduardo Deluca, quien también estuvo al frente de ese organismo.
Ambos forman parte del grupo de 14 dirigentes del fútbol mundial, sobre los cuales la Justicia estadounidenses dictó en las últimas horas los pedidos de captura internacional.
Meiszner y Deluca fueron hombres muy cercanos del ex presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Julio Grondona, fallecido en julio del año pasado cuando llevaba 35 años ininterrumpidos en ese cargo.
El primero fue presidente de Quilmes durante 29 años, hasta que en 2011 asumió al frente de la Conmebol para reemplazar precisamente a Deluca, cargo al que renunció el pasado martes y cuyo paradero se desconoce.
El ex dirigente ya fue investigado por la justicia argentina tras ser denunciado junto a su hijo por tener tres cuentas en el exterior a nombre de sociedades fantasmas, dos en las Islas Caimán y otra en Suiza por un total de 11 millones de dólares.
Deluca, en tanto, es investigado por lavado de dinero de fondos depositados en un banco de Suiza, corresponduentes al pago de publicidad de partidos por parte de una empresa vinculada a la Conmebol, de la cual fue secretario general de 1986 a 2011.
Estos dos ex dirigentes se suman a los empresarios Eugenio Burzaco, Hugo Jinkis y su hijo Mariano, por lo que hasta ahora son cinco los argentinos acusados de corrupción en la causa FIFA.
Burzaco, ex presidente y director general de la empresa Torneos y Competencias, la más importante del en cuanto a transmisiones deportivas en Argentina, se encuentra en Estados Unidos bajo arresto domiciliario, tras ser capturado en un pequeño pueblo de Italia.
Los Jinkis, en tanto, propietarios de la empresa Full Play Group S.A., se encuentran detenidos en Argentina y la Justicia debe resolver un pedido de extradición de Estados Unidos.