VÍA DE COOPERACIÓN
Para China, estos acuerdos no sólo tienen que ver con trenes, sino que implican mucho más.
En el argot político oficial, la palabra tren en chino casi siempre conlleva una interpretación extra relacionada con algo positivo y cooperativo.
"¡Bienvenidos a bordo del tren chino de desarrollo!", dijo el presidente chino, Xi Jinping, a legisladores mongoles en Ulán Bator el año pasado. "Pueden dar un paseo en nuestro tren rápido o sólo hacer autostop, todos son bienvenidos".
Li Keqiang usó una metáfora similar en Suzhou en su discurso inaugural de la cumbre el martes, al comparar a la cooperación China-ECO con un tren que toma velocidad.
"De Varsovia a Bucarest, de Belgrado a Suzhou, todos nosotros estamos a bordo de este tren de alta velocidad", dijo Li con evidente orgullo.
Existen buenas razones para sentir orgullo. El comercio entre China y los 16 países ECO superó los 60.000 millones de dólares el año pasado, sólo una décima parte del comercio China-UE. La cantidad total es relativamente baja, pero la tasa de crecimiento es impresionante, en 2010 la cifra era de apenas 44.000 millones de dólares.
