CARACAS, 24 Nov (Xinhua) -- La declaración como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la Unesco del tejido venezolano de la Curagua, significará el cuarto reconocimiento en materia cultural para la nación sudamericana, afirmó hoy el presidente del CDC, Benito Irady.
El representante del Centro de la Diversidad Cultural (CDC) de Venezuela dijo que la nación aspira obtener el cuarto reconocimiento de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en su próxima sesión a finales de este mes.
Irady indicó a la estatal Venezolana de Televisión que se trata del cultivo y procesamiento de la planta de la Curagua, lo que permite a artesanos obtener un hilo delicado y resistente para realizar diferentes productos como bolsos, manteles y cojines.
Esta actividad tradicional se mantiene entre la población de Aguasay en el estado de Monagas en el oriente del país sudamericano.
En 2014, el gobierno venezolano presentó ante la Unesco un informe referente al cultivo y procesamiento de la Curagua, por lo que ahora espera la deliberación.
La noticia se conocerá en la décima reunión del Comité Intergubernamental para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural y Material a realizarse en Namibia (suroeste africano) del 30 de noviembre al 6 de diciembre próximo.
En 2012, la Unesco ingresó a su lista patrimonial los Diablos Danzantes de Corpus Christi, tradición consistente en cofradías que realizan manifestaciones religiosas en diferentes regiones de la nación latinoamericana.
El organismo también declaró a la Parranda de San Pedro de Guarenas y Guatire en 2013, festividad celebrada cada 29 de junio en las ciudades de Guatire y Guarena en el estado de Miranda (oeste).
En dicha celebración, pobladores cargan la imagen de San Pedro, mientras que otros llevan una bandera amarilla y una roja, acompañadas por cuatro maracas.
Son seguidos por dos niños vestidos con un traje rojo y amarillo, muy similar a los arlequines.
En 2014, la Unesco declaró la tradición oral del pueblo Mapoyo y sus referentes históricos en el territorio ancestral, con lo que se impulsa la conservación de esta lengua que se encuentra en peligro de extinción.
El grupo étnico está conformado por 400 personas que habitan en el municipio Cedeño en el estado Bolívar (este), que se une a la población de Caicara en el Orinoco y Puerto Ayacucho en el estado de Amazonas (sur).