KUALA LUMPUR, 21 nov (Xinhua) -- El primer ministro de Malasia, Najib Razak, aprovechó hoy la ceremonia de apertura de la 27ª cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, siglas en inglés) para condenar los "nauseabundos" ataques terroristas que han convulsionado el mundo en las últimas semanas.
El premier malasio dijo a los líderes reunidos en Kuala Lumpur que tenía intención de comenzar su intervención hablando de las importantes medidas que los diez miembros de la ASEAN iban a emprender. "Sin embargo -apuntó- los acontecimientos perpetrados en los últimos días y semanas nos han ensombrecido".
Añadió que los atentados terroristas en París y Beirut, el ataque con bomba contra un avión de pasajeros ruso sobre el desierto del Sinaí, la decapitación de un malasio en Filipinas y el más reciente asalto ocurrido en un hotel de Mali muestran una "indiferencia repugnante" hacia la vida humana.
"Los autores de estos cobardes y brutales actos no representan a ninguna raza, religión ni creencia, ni debemos permitirles que así lo reivindiquen. Son terroristas y, como tal, deben enfrentarse al peso de la ley", aseguró.
Afirmó a los líderes de los países afectados que pueden tener la seguridad de que Malasia se pondrá de su lado "contra este nuevo mal que blasfema el nombre del Islam".
En su opinión, la cuestión del extremismo hoy en día requiere de nuevas soluciones y la acción militar en solitario sería insuficiente para derrotar al llamado Estado Islámico.
"Es la ideología propagada por los extremistas la que constituye la causa de esta violencia sádica y, en este momento trágico, no debemos perder de vista el hecho de que esta misma ideología debe ser expuesta y derrotada como la mentira que es porque no es islámica, no puede serlo", declaró el jefe del Ejecutivo malasio.
Según el Corán, el suicidio en cualquier circunstancia y la matanza de inocentes son pecados terribles, apuntó.
"Tenemos que analizar las razones por las cuales alguien puede ser tan insensato como para seguir esta ideología pervertida. ¿Cuál es su motivo? No obstante, seamos claros: no es nada más que la farsa total de una religión de paz, justicia y moderación", subrayó.