"Los chinos no han olvidado a los más de 12.000 soldados del Ejército Rojo Soviético que sacrificaron sus vidas en el noreste de China durante la guerra", afirmó Sun Rao, vicegobernador de la provincia de Heilongjiang.
Un proyecto chino-ruso para localizar los restos de los soldados rusos empezó en mayo, después de que aldeanos de la montaña Huoshao hallaran cuatro cuerpos en agosto de 2012.
Otros tres cuerpos fueron encontrados junto con balas, partes de mortero y latas vacías durante la búsqueda de un mes en decenas de posibles sitios de sepultura que se extienden por 32 kilómetros cuadrados.