BEIRUT, 12 nov (Xinhua) -- El primer ministro de Líbano, Tammam Salam, anunció que el viernes será un día de luto nacional por las víctimas de un doble ataque suicida que arrasó hoy por la noche el suburbio de Burj al-Barajneh en el sur de Beirut y dejó al menos 37 muertos y 181 heridos.
"Condenamos este acto cobarde y pedimos a los libaneses estar conscientes y unidos ante estos planes que buscan dividirnos", indicó Salam en una declaración.
"Rezo por que esta tragedia sea suficiente para que los políticos despierten de modo que puedan dejar de lado sus diferencias para que así podamos proteger el país", añadió.
Por otra parte, la coordinadora especial para Líbano, Sigrid Kaag, condenó en términos enérgicos "el execrable ataque" y ofreció su sincero pésame a las familias de las víctimas y el deseo de una pronta recuperación de los lesionados.
Kaag enfatizó "la necesidad de que los responsables de estos actos terroristas sean presentados ante la justicia y expresó su firme apoyo a las fuerzas armadas y los servicios de seguridad libaneses".
"La unidad, estabilidad y seguridad de Líbano tienen que ser apoyadas y protegidas en todo momento. La comunidad internacional está con Líbano", añadió.
El grupo Estado Islámico indicó hoy por la noche en una declaración en línea que sus miembros "entraron al barrio donde ocurrieron las explosiones, estacionaron una motocicleta arreglada y la hicieron estallar después".
"Los soldados del califato se hicieron estallar en el bastión de los herejes y después de que los apóstatas se congregaron en el sitio de la explosión, un segundo mártir se hizo estallar con su cinturón explosivo", añadió la declaración.
En la declaración se identificó a los atacantes como Hamed Rachid y Ammar Salem el-Rayess, ambos nacionales palestinos, y a Khaled el-Khaled de Siria.
El grupo prometió realizar más ataques contra las zonas chiitas.
Después de los ataques con bomba, Hizbulá prometió continuar su combate a los "terroristas".
