SEUL, 2 nov (Xinhua) -- La presidenta surcoreana, Park Geun-hye, demandó al primer ministro japonés, Shinzo Abe, que su primera cumbre bilateral, que se celebra hoy, lunes, sirva para aliviar las penas históricas, informó la oficina de la mandataria.
"Espero que el encuentro de hoy se convierta en un diálogo abierto y sincero que pueda curar la dolorosa historia de forma que sea una valiosa oportunidad para desarrollar las relaciones bilaterales", dijo Park durante sus comentarios introductorios en la cumbre.
Park y Abe se reunieron cara a cara durante una hora, media hora más de lo previsto, antes de un encuentro ampliado de 40 minutos en el que también participaron responsables de economía, seguridad y asuntos exteriores de ambos países.
La presidenta reiteró su posición de que Seúl y Tokio deben marcar un punto de inflexión para superar la historia y encarar el futuro juntos este año, en el que se celebra el 50º aniversario de la normalización de los lazos entre los dos países.
En respuesta, Abe subrayó la necesidad de un intercambio "franco" de puntos de vista entre ambos líderes.
"He dicho que es necesario intercambiar opiniones de forma franca a nivel de líderes y que hay una puerta abierta al diálogo", afirmó el premier, que anotó también que la primera cumbre bilateral tiene un gran significado para ambos pueblos.
El encuentro entre Park y Abe llega en el marco de la reunión trilateral de líderes que se celebró el domingo en Seúl con la participación también del primer ministro chino, Li Keqiang. Fue el primer encuentro de este tipo en tres años y medio.
Aunque la presidenta surcoreana había coincidido con Abe en varias cumbres multilaterales desde que asumió el cargo en febrero de 2013, había rechazado reunirse con él cara a cara debido a su tergiversada percepción de la historia.
La última cumbre entre Seúl y Tokio se celebró en mayo de 2012 entre el entonces presidente surcoreano, Lee Myung-bak, y el premier japonés, Yoshihiko Noda.
La presidenta surcoreana ha mantenido una línea dura en cuanto a asuntos históricos, especialmente el de las "mujeres de consuelo", coreanas que fueron obligadas a servir en los prostíbulos militares nipones durante la colonización japonesa de la Península Coreana entre 1910 y 1945.
Abe ha enojado a sus países vecinos, sobre todo a China y Cora del Sur, desde que regresó al poder a finales de 2012, al rendir tributo al polémico santuario de Yasukuni, símbolo de la guerra de agresión y colonización del Japón imperial en el que se honra a 14 criminales de guerra nipones de la Segunda Guerra Mundial.
En el último intento de la administración de Abe para blanquear la historia bélica de su país, tres ministros y varios legisladores rindieron su homenaje en el santuario en el anual festival de otoño, mientras Abe, aunque no lo visitó, hizo una ofrenda ritual.