BEIJING, 30 oct (Xinhua) -- Los máximos comandantes navales chino y estadounidense mantuvieron una videoconferencia el jueves, dos días después de la patrulla de un buque de guerra estadounidense en el Mar Meridional de China, por la cual China expresó su "profunda preocupación".
"Tales actos peligrosos y provocadores han amenazado la soberanía y seguridad de China y dañado la paz y estabilidad regionales", manifestó el almirante Wu Shengli de la Armada del Ejército Popular de Liberación, durante las conversaciones con su homólogo estadounidense, el almirante Jonathan Richardson.
En la madrugada del jueves, el destructor estadounidense USS Lassen entró en las aguas cercanas al arrecife Zhubi sin el permiso del gobierno chino, haciendo caso omiso de la oposición y declaraciones de China, dijo Wu, miembro de la Comisión Militar Central.
Wu advirtió que si Estados Unidos continúa tales actos provocaría una escalada de tensiones entre las fuerzas naval y aérea de ambos países, lo que podría desencadenar un "posible conflicto".
Wu expresó sus deseos de que la parte estadounidense aprecie la situación estable entre las fuerzas navales de China y EEUU y evite que ocurran incidentes similares.
China tendrá que "tomar todas las medidas necesarias para salvaguardar la soberanía y la seguridad si EEUU persiste en sus acciones e ignora la preocupación de China", subrayó Wu.
Teniendo en cuenta las relaciones entre ambos países, los buques navales chinos advirtieron varias veces al destructor estadounidense conforme al Código de Encuentros Imprevistos en el Mar (CEIM). El buque estadounidense ignoró las alertas y la parte china se mostró "profundamente preocupada".
Es un hecho conocido y una postura consecuente que China tiene la soberanía "irrefutable" sobre las islas Nansha y sus aguas adyacentes. La construcción en la isla por parte de China se realiza en su propio territorio y está bajo soberanía nacional, sostuvo Wu.
"Es razonable y legal y no tiene por objetivo ni afecta a cualquier otro país. Además, no influye en la libertad de navegación o de vuelo de que gozan otros países", agregó Wu.
"La libertad de navegación en el Mar Meridional de China no fue un problema, no lo es ahora ni lo será en el futuro".
Tal principio no ofrece un pretexto o privilegio para que cualquier nación pueda perjudicar la soberanía y seguridad de otras, dijo Wu, añadiendo que EEUU no debe forzar a otros países a aceptar su propuesta ni perjudicar los intereses de otros países con la excusa de mantener la libertad de navegación.
China y EEUU tienen una amplia perspectiva de cooperación y potencial en el Mar Meridional de China, por lo que deben desempeñar conjuntamente un rol positivo en la salvaguardia de la paz y estabilidad regionales.
Wu apuntó que las leyes internacionales, incluyendo la Convención de la ONU sobre la Ley del Mar, estipulan que todos los países deben respetar plenamente la soberanía y la seguridad de los países costeros, en vez de "desplegar su poder militar o amenazarlos", a la hora de disfrutar de la libertad de navegación y vuelo.
Por su parte, Richardson dijo que la patrulla norteamericana en el Mar Meridional de China forma parte de su libertad de navegación global y respeta las leyes y convenciones internacionales, agregando que no tenía como objeto a ningún país particular, y que EEUU carece de una posición definida en materia de reclamaciones de competencia de soberanía.
La videoconferencia fue la primera comunicación directa entre los máximos oficiales navales de ambos países. Richardson señaló que el diálogo naval es necesario y deseó que sigan desarrollándose las relaciones entre ambas Armadas.
