GINEBRA, 27 oct (Xinhua) -- La Organización Mundial de la Salud (OMS) expresó hoy preocupación por las crecientes necesidades de salud después del terremoto que sacudió la región fronteriza montañosa entre Afganistán y Pakistán.
El sismo de magnitud 7,5 tuvo su epicentro en el distrito Jurm de la provincia noreste afgana de Badakhshan, y se sintió en toda la región.
El vocero de la OMS, Christian Lindmeier, dijo a los reporteros en Ginebra que unas 866.000 personas viven en un círculo de unos 100 kilómetros alrededor del epicentro en el distrito Jurm, a 65 kilómetros al sur de Faizabad.
Las áreas más dañadas por el temblor fueron las más afectadas por la violencia miliciana, incluida una intensa ofensiva del Talibán que se ha prolongado semanas en partes remotas del norte.
"Jalalabad es una de las provincias más dañadas por el sismo y la información más reciente recibida indica que hay 119 lesionados y nueve decesos. Las cifras obtenidas de oficinas de salud y de varios poblados muestran que más de 300 personas sufrieron heridas y 21 han muerto hasta esta mañana", añadió Lindmeier.
Reportes iniciales indican que hay casas dañadas y potenciales víctimas en el norte, centro y oriente de Afganistán. Se prevé que el número de muertos ascienda debido a que las áreas más severamente afectadas están muy alejadas y las comunicaciones se interrumpieron.
Lindmeier subrayó las crecientes necesidades de salud después del terremoto.
Aparte de los traumatismo y lesiones inmediatos, la OMS considera que existen riesgos de salud como enfermedades originadas en el agua, diarrea, disentería, hepatitis, infecciones respiratorias agudas, y otras enfermedades prevenibles con vacunas, como sarampión y tétanos.
También, "por supuesto, tenemos los desórdenes de estrés post-traumático, infecciones por lesiones, heridas, malaria, dengue, y cosas así", comentó Lindmeier.
