ESPECIAL: Futuro presidente argentino enfrentará diversos desafíos políticos

Spanish.xinhuanet.com   2015-10-20 11:18:22

Por Juan Manuel Nievas

BUENOS AIRES, 19 oct (Xinhua) -- El próximo presidente de Argentina enfrentará los desafíos políticos del "doble comando" en caso de una victoria del candidato oficialista Daniel Scioli, o de unificar a la población, en caso de que sean los opositores Mauricio Macri o Sergio Massa.

En cualquier hipótesis, el futuro inquilino de la Casa Rosada a partir del 10 de diciembre, deberá buscar el respaldo de los gobernadores de las provincias, necesario para asegurar la institucionalidad en un país acostumbrado a los vaivenes políticos.

Lo del doble comando obedece a que, en caso de ganar Scioli, actual gobernador de la provincia de Buenos Aires, lo hará con la actual jefa de Estado, Cristina Fernández, en el llano, luego de conducir el país desde 2007, cuando sucedió a su esposo, el fallecido Néstor Kirchner (2003-2007).

Y mucho se ha dicho sobre cómo sería un eventual mandato de Scioli: "Es un presidente de transición, hasta que vuelva Cristina", se apuraron a señalar la diputada oficiliasta Diana Conti y la dirigente de Derechos Humanos, Estela de Carlotto.

A ello se suma que el compañero de fórmula de Scioli es el secretario de Legal y Técnica de la Presidencia e integrante del círculo íntimo de Fernández, Carlos Zannini.

"Cristina Fernández será, desde el 11 de diciembre, una mujer de consulta. Tenemos que tener respeto por los ex presidentes y Cristina es una mujer de la política que lleva más de 30 años de militancia", planteó este lunes José Scioli, hermano del aspirante presidencial y titular de la Fundación Desarrollo Argentino (DAR).

Por su parte, la jefa del bloque de diputados del oficialista Frente para la Victoria, Juliana di Tullio, aseguró que la mandataria "va a seguir conduciendo" a sus seguidores "esté donde esté".

"Sin lugar a dudas, una líder del tamaño de Cristina a mí me va a seguir conduciendo y a muchos".

Distinto será el panorama en caso de que la oposición se convierta en gobierno.

Allí, Macri o Massa deberán trabajar para "unir" a los argentinos, según coincidieron ambos.

"La Argentina que viene la vamos a hacer entre todos. Y la vamos a hacer mejor y más grande porque vamos a estar unidos. Respetando nuestras diferencias y discutiendo a veces sobre cuál es el mejor camino, pero sabiendo que compartimos un rumbo y un destino", expresó Macri.

"En estos años nos dijeron que los argentinos estábamos divididos, que no tenía sentido unirnos, que nuestras diferencias eran irreconciliables. Creo lo contrario. Creo que sólo podremos construir un futuro si trabajamos juntos", enfatizó el aspirante opositor.

Por su parte Macri, diputado nacional y ex intendente de la ciudad bonaerense de Tigre, señaló que el sectarismo en Argentina debe concluir.

Debemos "ponernos todos la camiseta de la selección argentina y salir adelante", subrayó.

En cualquier caso, si el próximo presidente es el oficialista Scioli, o los opositores Macri o Massa, todos deberán buscar contener a los gobernadores de las provincias, cuyo respaldo puede ser decisivo para la viabilidad institucional del país.

Todavía se recuerda en el país la semana caótica de fines de 2001, cuando tras la salida del entonces presidente Fernando de la Rúa se hizo cargo del poder una alianza peronista encabezada por el entonces gobernador de San Luis, Adolfo Rodríguez Saá.

Durante su breve mandato, Rodríguez Saá desconoció la deuda externa para una cesación de pagos de 102.000 millones de dólares.

Su administración concluyó de manera abrupta cuando no consiguió el apoyo de los gobernadores peronistas convocados en la ciudad balnearia de Chapadmalal.

"Me dejaron solo", delcaró Rodríguez Saá antes de dimitir.

Scioli, por si caso, adelantó que varios de los gobernadores estarán en su gabinete.

Macri o Massa deberán, en cambio, tejer alianzas, para lo cual el peronismo es una condición necesaria.

En la provincia de Buenos Aires, la mayor del país, con el 40 por ciento de la población y el 37 por ciento del electorado, puede ocurrir que sea elegido gobernador el actual jefe de Gabinete de Ministros, Aníbal Fernández, quien comparte la boleta con Scioli, pero que no son precisamente aliados incondicionales.

También tiene posibilidades María Eugenia Vidal, del partido Cambiemos, aliada incondicional de Macri.

  
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ESPECIAL: Futuro presidente argentino enfrentará diversos desafíos políticos

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Por Juan Manuel Nievas

BUENOS AIRES, 19 oct (Xinhua) -- El próximo presidente de Argentina enfrentará los desafíos políticos del "doble comando" en caso de una victoria del candidato oficialista Daniel Scioli, o de unificar a la población, en caso de que sean los opositores Mauricio Macri o Sergio Massa.

En cualquier hipótesis, el futuro inquilino de la Casa Rosada a partir del 10 de diciembre, deberá buscar el respaldo de los gobernadores de las provincias, necesario para asegurar la institucionalidad en un país acostumbrado a los vaivenes políticos.

Lo del doble comando obedece a que, en caso de ganar Scioli, actual gobernador de la provincia de Buenos Aires, lo hará con la actual jefa de Estado, Cristina Fernández, en el llano, luego de conducir el país desde 2007, cuando sucedió a su esposo, el fallecido Néstor Kirchner (2003-2007).

Y mucho se ha dicho sobre cómo sería un eventual mandato de Scioli: "Es un presidente de transición, hasta que vuelva Cristina", se apuraron a señalar la diputada oficiliasta Diana Conti y la dirigente de Derechos Humanos, Estela de Carlotto.

A ello se suma que el compañero de fórmula de Scioli es el secretario de Legal y Técnica de la Presidencia e integrante del círculo íntimo de Fernández, Carlos Zannini.

"Cristina Fernández será, desde el 11 de diciembre, una mujer de consulta. Tenemos que tener respeto por los ex presidentes y Cristina es una mujer de la política que lleva más de 30 años de militancia", planteó este lunes José Scioli, hermano del aspirante presidencial y titular de la Fundación Desarrollo Argentino (DAR).

Por su parte, la jefa del bloque de diputados del oficialista Frente para la Victoria, Juliana di Tullio, aseguró que la mandataria "va a seguir conduciendo" a sus seguidores "esté donde esté".

"Sin lugar a dudas, una líder del tamaño de Cristina a mí me va a seguir conduciendo y a muchos".

Distinto será el panorama en caso de que la oposición se convierta en gobierno.

Allí, Macri o Massa deberán trabajar para "unir" a los argentinos, según coincidieron ambos.

"La Argentina que viene la vamos a hacer entre todos. Y la vamos a hacer mejor y más grande porque vamos a estar unidos. Respetando nuestras diferencias y discutiendo a veces sobre cuál es el mejor camino, pero sabiendo que compartimos un rumbo y un destino", expresó Macri.

"En estos años nos dijeron que los argentinos estábamos divididos, que no tenía sentido unirnos, que nuestras diferencias eran irreconciliables. Creo lo contrario. Creo que sólo podremos construir un futuro si trabajamos juntos", enfatizó el aspirante opositor.

Por su parte Macri, diputado nacional y ex intendente de la ciudad bonaerense de Tigre, señaló que el sectarismo en Argentina debe concluir.

Debemos "ponernos todos la camiseta de la selección argentina y salir adelante", subrayó.

En cualquier caso, si el próximo presidente es el oficialista Scioli, o los opositores Macri o Massa, todos deberán buscar contener a los gobernadores de las provincias, cuyo respaldo puede ser decisivo para la viabilidad institucional del país.

Todavía se recuerda en el país la semana caótica de fines de 2001, cuando tras la salida del entonces presidente Fernando de la Rúa se hizo cargo del poder una alianza peronista encabezada por el entonces gobernador de San Luis, Adolfo Rodríguez Saá.

Durante su breve mandato, Rodríguez Saá desconoció la deuda externa para una cesación de pagos de 102.000 millones de dólares.

Su administración concluyó de manera abrupta cuando no consiguió el apoyo de los gobernadores peronistas convocados en la ciudad balnearia de Chapadmalal.

"Me dejaron solo", delcaró Rodríguez Saá antes de dimitir.

Scioli, por si caso, adelantó que varios de los gobernadores estarán en su gabinete.

Macri o Massa deberán, en cambio, tejer alianzas, para lo cual el peronismo es una condición necesaria.

En la provincia de Buenos Aires, la mayor del país, con el 40 por ciento de la población y el 37 por ciento del electorado, puede ocurrir que sea elegido gobernador el actual jefe de Gabinete de Ministros, Aníbal Fernández, quien comparte la boleta con Scioli, pero que no son precisamente aliados incondicionales.

También tiene posibilidades María Eugenia Vidal, del partido Cambiemos, aliada incondicional de Macri.

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